Historias Logarítmicas

Adiós Eowyn.

He aterrizado por fin en mi Planeta Refugio, sí ese que cuenta con un puerto que me protege y un faro que me guía.
No he perdido el tiempo y he salido inmediatamente en busca de los miembros de mi tripulación. Allí estaban, como no, en la playa.
Un sol en su justa medida, no abrasaba, pero si hacía sudar.
He descansado y disfrutado del momento.

Pero al llevar a la Nave de los Sueños, me he encontrado con un mensaje en la consola… “Adiós”.

Todo lo que empieza debe acabar, como todo lo que sube, baja… es una regla fundamental de este universo, de esta realidad… no se puede mantener un fuego encendido sin alimentarlo, tarde o temprano, obedeciendo la ley de la termodinámica… se apagará.

Realmente lo siento, lo siento profundamente.
Comencé esta exploración con ilusión, con miedo, con curiosidad… esa curiosidad que nos hace avanzar más y más, como San Juan de la Cruz… en la espesura…
Pero me cortaron esa ilusión en la primera semana de viaje, ante lo gramático de la situación y comprender que merecía la pena luchar por ello… gracias al hada de las palabras… me reconstruí y continué mi viaje.
Opté por el peligroso camino de la paciencia, sabiendo que no debía porque tener éxito… pero merecía la pena arriesgarse, esta vez me tiraría al agua, sin salvavidas…

Pero después de un mes ilírico volvió a ocurrir, esta vez el dolor fue penetrante y puntiagudo, como al clavarse lentamente un puñal en el pecho. No me estaban destrozando el corazón, se me estaba volatilizando la ilusión.

No lo puedo evitar, mi psique me dice que continúe, que es algo muy especial, seguir en la lucha… pero sin ilusión no es posible, yo no puedo decidir, yo no decido, me dejo llevar por lo que siento.

Y me siento mal porque hago daño y no se como no hacerlo, pero parece ser que mi acercamiento, puede otorgar esperanzas ficticias y eso provoca más daño un.

Soy afortunado por haber conocido a alguien así, pero ya no puedo ir más lejos.
Necesito reciclar sentimiento para estar predispuesto y receptivo a nuevas historias.

Ahora comprendo muchas cosas, ahora comprendo, tengo otra perspectiva… se que tal vez yo también he tenido esa misma actitud con otra persona durante un año y medio… y comprendo que es inevitable…

Perdóname si te he hecho daño Eowyn… yo también he sufrido.

Se feliz.

Adiós.

….Fin de la transmisión diaria.

No estaré.

No estaré, no estaré en aquel sitio que se supone que debería estar.
Es curioso como la causualística juega con nosotros como unos títeres de teatro.
Precisamente cuando se cumple un año de mi ofrenda y el rechazo de la “Gran Diosa”

Debo tomar una decisión contrapuesta y decisiva. Quiero terminar una canción, una melodía sabrosa y especial. Pero no se como.
Quiero tener tacto, no pensar solo en mi dolor, sino en el mutuo en el prójimo. Me gustaría conservar la letra, mantenerla cerca, pero hoy por hoy, en mi eterno viaje es imposible, todo ha cambiado, ha evolucionado y no puedo hacer nada por evitarlo.
Si fuera posible converger ambas cosas a la vez, pero mantener este canto, solo produce dolor y confusión, es estirar la agonía que no quiero.

Por eso no iré. Porque quiero dar fin. Lo fácil es desaparecer en las sombras, poner mi nave rumbo a algún planeta lejano, desconectar la antena y ya esta… pero eso no evitará el vínculo que nació y surgió con la ternura… Lo llevo dentro, profundo, hondo en lo más adentro de mí. En mi tuétano.

Pero me gustaría quedarme con eso, con una imagen de una sonrisa y una canción en la noche, con el hermoso recuerdo de la primera vez.
No me arrepiento de nada, porque no hay nada de que arrepentirse… todo lo contrario. El agradecimiento infinito de haberme regalado esa melodía que cantaba mi corazón durante un mes y medio. De haberme sentido el más poderoso del universo, saltador de montañas, explorador en la selva, espeleólogo en las cavernas.

Por eso no iré. Porque necesito conservar esos recuerdos, la canción, tal cual era. Ya no se podrá cantar igual, la letra cambió y tengo cierta sensación de culpabilidad por mantener la tarareando.

Por eso no iré, en el día del aniversario de la ofrenda de la Gran Diosa, cerraré los ojos y apretaré el corazón para esta vez ser yo quien se aleje de otra Gran Diosa.

Buscaré refugio.

…fin de la transmisión diaria.

Mi libreta naranja.

Hace tanto tiempo que no escribo, que creo que mi caligrafía me ha abandonado.
Sí, porque dos meses para todos los acontecimientos que me han sucedido es demasiado. En mi bitácora escribo las aventuras, pero en mi libreta naranja, escribo mis sensaciones, las emociones, lo que me afecta… más que situaciones en si, describo como las vivo. No es una crónica, sino una radiografía de mi alma, son mis pensamientos sin cesuras.
Alguna que otra vez, alguien ajeno a mi lo ha leído, no me ha importado, porque era alguien con mucha confianza.

Se me están acumulando los temas para escribir allí. Si es que no para de sucederme cosas, eso me parece bueno, así la vida es más intensa.

Planes de viajes, acontecimientos deportivos, reencuentros con amigos, añoranzas y pesares para no perder la costumbre…

Mi libreta esta noche echará humo y la punta de mi bolígrafo se secará.

Pero sin duda, en cada página hallaré respuestas sobre la persona que soy, y que fui en un futuro.

…fin de la tansmisión diaria.

Sueño etéreo.

Al día siguiente caía un sol de justicia, y la organización del evento no permitía ni un momento de descanso. Trabajábamos contra reloj, pues los aerodeslizadores y las vainas habían salido ya todas de la Gran Urbe y en poco más de cinco horas estarían allí.

Pero todo estuvo listo, y al llegar otra vez la noche cayó la fresca revitalizadora.
Me refugié en el remolque del camión, sudaba, me volvía etéreo, como una sábana mojada al viento… la luz me traspasaba y dejaba de producir sombras.

Poco a poco fui cayendo en un sueño reconfortante, de recuerdos sabiendo que solamente son eso ya, recuerdo que viven para siempre en mi memoria y en el hueco que quedó en mi corazón.

Durmiendo pensaba que ya era vapor, aire, exhalación… Pero no era más que una sensación ficticia provocada por el cansancio.

…fin de la transmisión diaria.

Encuentro con el Rey de los Granos del Cafe.

Ha pasado un año.

De la profundidad de la roca, surge el manantial de la más pura agua.
De la soledad más triste, la emoción de la vida.
Mística, insondable, indescifrable,
Vivir, esa es la mayor aventura.

Hace un año estuve en un planeta árido, yermo. Por motivo de una competición estelar.
Allí viví intensamente y experimenté. (24 al 30 julio 2004)

No quiero caer en la melancolía del recuerdo, pero este año, volviendo a estar en ese planeta, sudando, montando hierros y andamios. Encendiendo fuegos y luces, mi cuerpo se cansaba, se fatigaba, mareado y aturdido por el calor, el agua que bebía salía expulsada inmediatamente por todos lo poros de mi piel, parecía es tenía la espalda y los brazos perforados y no podían retener ningún líquido.

Por la noche hubo un gran bullicio, una fiesta, centenares de extraterrestres, seres de otras galaxias bebían y se divertían al son músicas híbridas y extrañas. Mi tarea durante el día había finalizado, así que bajé a la playa para bañarme.

Nada en un mar de metacrilato, bajo una luna de estaño es una experiencia extraordinaria. Abrir los ojos bajo el agua, en con una luz opalina, en un mar lechoso y calmado. Tenía la sensación ilusoria de estar ya soñando de estar en otra parte.
Me duché para quitarme la sal, me incomoda vestirme con ella adherida a mi piel.

Hubo gente que me invitó a una fiesta particular, al igual que hace un año, pero no… estaba cansado y era tarde así que cogí mis bártulos y me fui otra vez a la playa, pero con la intención de dormir.

Podía escuchar la música y las risas a lo lejos, amortiguadas por las paredes de la cala.
Ese ruido distante me hipnotizó y pronto entre en las puertas de un sueño, hasta que algo me despertó.

-¡Este año Poseidón se portará bien con nuestro pueblo!- Dijo una voz con tono entusiasta.
-¡Sí , este año la cosecha de poseidonias ha sigo provechosa!- La multitud replicaba.

Me incorporé sentado y vi una hilera de bichitos que regresaban de la orilla.

-¡Vaya! ¡Si es su majestad el Rey de los Granos del Café!- Dije sorprendido.

-Hola Rásselas, esto sí que es una sorpresa, este año no nos has destrozado la ofrenda a nuestro dios.

-¡Uy! Ya he aprendido, suponía que estaríais por aquí.

-Te veo solo.

-Lo estoy.

-Siento no poder devolverte aquello que me diste, ya no lo tenemos nosotros, está en el fondo del mar.

-No te preocupes, fue el pago por mi error. Pero ahora tengo un combustible mucho más poderoso, pero es muy difícil de encontrar.

-¿Así? ¿Cuál es?

-La ternura, es la que puede irradiar más energía que el plutonio, más calor que una supernova. El problema de ella, es que es muy volátil, tanto… como una pompa de jabón.

-Lo importante de las pompas de jabón, no es la pompa en si… es el aire que porta dentro.

Me quedé pensativo con la mirada a la gran roca que coronaba el centro de la playa.- Gracias.

Y el Rey de los Granos de Café continuó su marcha.

…fin de la transmisión diaria.

Más sobre la muerte.

Página 148.[…]
-Y acercarse al saber como tú…¿es difícil?- preguntó Gilgamesh, deslumbrado.
Kei volvió a sonreír ampliamente.
-Hijo mío- explicó-, la inmortalidad que buscas te llevará por un camino estrecho y peligroso. Pero más arduo es el camino del sabio y lo primero que ha de hacer es ser paciente, virtud de la que tú careces, si no me equivoco.

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Es aquí exactamente donde los paralelismos más se destacan. Ahora Gilgamesh, habla como Rásselas el Príncipe de Abisinia cuando estaba en el Valle Feliz y lo poseía todo.
Gilgamesh es también un príncipe, el cual no tiene necesidad de nada, todo en esta vida lo posee, es afortunado para el resto del mundo. Pero sin embargo, no es feliz.
Al igual que Rásselas le atormenta una inquietud, a los dos le atenaza la felicidad. Porque la búsqueda de la inmortalidad no es mas que una metáfora de la eterna búsqueda de la felicidad y del sentido de la vida.

Cuando uno se es consciente de su propia existencia, se pregunta el motivo de ella. ¿Por qué se es consciente de su existencia y no de su no existencia?

En las dos historias, los dos héroes, parten en un camino como único destino que el enfrentarse a ellos mismo.

Al fin y al cabo, este eterno viaje de sueños e ilusiones, eterno viaje de amores… es lo mismo. Por eso me identifico con Rásselas y con Gilgamesh.

Los dos no se conforman con su propia ignorancia, son absolutamente rebeldes ante esta situación.

Yo tampoco me conformo, a abandonarme al abandono.
Esperaré todo lo que sea necesario, seré paciente.

…fin de la transmisión diaria.

Más sobre la muerte.

Página 162. […]
-Enkidu… Ennakalli. ¿Dónde están, Kei? ¡Por Enlil, dímelo!... ¿Qué hay detrás?
-¿Qué te ocurre, Gilgamesh? ¿La idea de morir te ahoga?- preguntó a su vez el anciano brujo.
Aquel no contestó. No era necesario, pues el miedo estaba dibujado en su cara. El viejo lo miró con reproche y sus ojos se clavaron como jabalinas en los de Gilgamesh.
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Como os comenté ayer. La muerte de Enkidu afectó notablemente al Rey de Sumer. Necesitaba, sobre todas las cosas saber, ahora el conocimiento estaba por encima de todo.
En algunas ocasiones, algunas noches, o mañanas cuando despierto y soy consciente a bocajarro de mi propia existencia, siento ese desasosiego.

No me gustan los parques de atracciones porque me resulta una metáfora de la vida.
Subes lentamente por una rampa, atado y sin poder soltarte, sabes que tarde o temprano caerás precipitado al vació guiado por las vías de hierro. Pero no sabes que es lo que se sentirá, si lo pasarás bien o mal. Cuando falta poco el estomago se comprime y un cosquilleo ataca a el pecho…
Se que como es ley de vida, tarde o temprano, espero que cuanto más tarde mejor, llegará el fin de mis días… ¿pero y de mi consciencia?

Sigo con las mismas dudas de antaño.
Soy consciente de mi consciencia, no de mi inconsciencia… ¿Cuando nací realmente, cuando mi madre me parió o cuando fui consciente de ello? O tal vez mucho antes, pero ¿por qué no logro recordarlo? Al igual que el después de la vida es un misterio, el tiempo anterior a ella es en igual medida un misterio indisoluble a la vida. Es muy paradójico.

Precisamente, cuando estuvo Jerome en mayo conmigo, mi segundo padre, sí yo tengo dos padres soy muy afortunado. Cuando el estuvo de visita estuvimos hablando de ello, y de precisamente la vida es una paradoja difícil de comprender.

Tal vez el problema es que soy demasiado introspectivo y reflexiono demasiado sobre mí. Me gusta meditar, y suelo huir de los temas superfluos, prefiero lo trascendente.

Uno puede sorprenderse al pensar que cómo estoy barajando estos temas cuando es verano y debería estar divirtiéndome. Tendríais toda la razón del mundo, pero como digo. Meditar es algo innato en mi.

Y ahora reflexiono sobre este tema, me puede ayudar en no pensar en otros que prefiero eludir.

…fin de la transmisión diaria.

“¿Qué hay detrás?”.

Rásselas lee en el puente de mando mientras la Nave de los Sueños viaja a alguna parte de este universo.

Conclusiones sobre "Khol, Gilgamesh y la muerte” de José Ortega Ortega. Ed. Narrativa española.

Página 148.[…]

-Gilgamesh… hermano… -insistió el agonizante-… ¿Qué hay detrás?
El rey volvió a mirarlo, mientras buscaba rápidamente una respuesta. ¿Detrás…? Nunca había pensado en ello. Naturalmente, los dogmas de la religión de Sumer eran sobradamente conocidos, incluso por Enkidu, pero parecía que, a fin de cuentas, éste no había terminado de asimilarlos, y en aquella hora de angustia incluso Gilgamesh dudó.
-¿Es cierto lo que dicen los sacerdotes?- continuó Enkidu- ¿Entraré en la Casa de la Muerte, en la morada de Ereshkigal? ¿Habré de vivir en un lugar de sombras, comiendo arcilla en vez de pan, una vida bajo la mirada de los Anunnakis?

Se incorporó entonces, en un definitivo esfuerzo y, mirando a su camarada con los ojos increíblemente dilatados, casi gritó:
-Dime, Gilgamesh… ¿Qué hay más allá?
La pregunta reverberó una y otra vez en el cerebro del ishakku, resquebrajando los muros de sus propias convicciones. Enkidu nunca había sentido miedo, pero era como un niño desvalido al enfrentarse, solo y desnudo, con el misterio de la existencia. Gilgamesh, por su parte, no encontró palabras de consuelo. Su boca no las podía pronunciar como las dirigiría a un moribundo común y piadoso, sin que le parecieran ridículas.

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Es una situación realmente gramática, Gilgamesh, el hijo del dios Lugalbanda, en el lecho de muerte de su mejor amigo se da cuanta por primera vez que la vida es transitoria y finita.
Intenta hallar respuestas pero descubre que todo lo que ha aprendido al respecto es para él ridículo. No se satisface el ansia por saber que crece en él.
Descubro ruborizado un paralelismo en mí, hace unos años leí a Pedro Laín de Entralgo con intención de encontrar respuestas. Pero alternativas a lo que desde niño me han inculcado. También he leído a Carl Sagan y a José Luís Sanpedro y hoy por hoy por más que quiere soy consciente que no podré dar contestación a la pregunta de Enkidu: “¿Qué hay detrás?”.

Pero lo interesante y lo asombroso es que indagando más en el personaje de Gilgamesh encuentro más nexos de unión, pero eso os lo dejaré para mañana.

Os pongo el enlace para ver el trailer de la película “El león, la bruja y el Guardarropa”
…fin de la transmisión diaria.

Narnia.

Por fin Rásselas estaba otra vez a los mandos de la Nave de los Sueños. Esta hacía rugir lo motores de popa atronando con un ruido ensordecedor toda la costa del planeta “Ilusión”. Conforme iba ganando altura el cielo se nublaba perdiendo luminosidad. Los scaners de la computadora de abordo detectaron millones de puntos flotantes en la trayectoria de la nave. Cuando quiso darse cuenta, ya era demasiado tarde, la proa de la nave como si navegase en el mismo mar, desplazaba olas y olas de burbujas, formando una estela de espuma flotante en el cielo.

El fuselaje del galeón espacial comenzaba a congelarse por la acumulación de miles de deseos fríos y distantes, de pompas que no eran la suya explotadas en el aire.
Mantuvo el rumbo, no podía zozobrar en una maniobra tan delicada, aumentó la potencia y pronto salió de la atmósfera.

Ahora le quedaba todo un universo para buscar su ilusión. Introdujo en la computadora las coordenadas a cualquier parte y se dirigió hacia allí.

Después de una ducha se metió en la habitación del monograma y allí pudo conocer que pronto una película sin igual se proyectará.
Esta la versión cinematográfica de “Las crónicas de Narnia” siete novelas estupendas cargadas de fantasía. La primera, “El león, la bruja y el guardarropa” fue la primera novela que leyó Rásselas cuando era crío. Gracias a ella su afición por la lectura no tiene límite. Es un cuento, una hazaña de unos críos… y nuestro amigo, desea volver a ser niño para poder degustar otra vez las aventuras en ese país de fantasía.

Quiere ir a Narnia...

…fin de la trasnmisión diaria.

Adiós burbuja.

Rásselas corría por la orilla del lago dirección al mar, dando grandes zancadas, saltos, vueltas y piruetas intentando atrapar las bombas de jabón.
Pero como era de prever, cada vez que tocaba una, esta explotaba. Su superficie era gélida como los hielos imperecederos del Ártico, al reventar, esparcía miles de gotitas minúsculas y frías dando la sensación de clavarse agujas en la carne. Era doloroso, muy doloroso.

Le faltaba el aire y las fuerzas le abandonaban por que llevaba mucho tiempo intentando cazar su burbuja, su ilusión. Paró por un momento apoyando sus manos en las rodillas y mirando al suelo mientras intentaba recobrar el aliento.
Fue entonces cuando en esa nube de pompas, una de ellas le rozó la mejilla. No explotó y la sensación del roce fue cálida, tierna. Instantáneamente, como si surgiera una voz interior pensó “esa debe ser mi ilusión”.

Saltó otra vez fijando la vista en esa singular esfera cristalina, para no confundirla con el resto. Podría ser cualquier burbuja, como miles de burbujas habían volando, pero para Rásselas era la única que le interesaba, la única que le preocupaba, la única por la que perdería todo el aliento.

Corrió, corrió tanto que se le soltaron las botas y tuvo que ir descalzo. Rozaba la pompa, era sólida y estaba caliente. Lo notaba al aproximarse a ella.
Mientras corría, pudo notar que el resto de burbujas ya no se acercaban a él, que ya no explotaban más. Ahora estaban ellos dos solo.

Por fin con un gran impulso se alzó unos metros sobre el suelo y tubo la esfera entre sus manos, pero al caer esta salió volando. Intentó recogerla, pero el estruendo de la cascada que aun salía por la grieta en la playa le advirtió que estaba en el borde del precipicio.

Se quedó allí parado, en el filo de un cortado de granito y el mar de fondo, viendo como su ilusión volaba más y más alto, sobrepasando el cielo.

-La he perdido- Se dijo para sí.

-Tu digites que no era el objetivo sino el camino.- Dijo la seta a su espalda- Continúa tu eterno viaje de sueños e ilusiones, verás como la encuentras.

-Seguro que sí.

Rásselas se despidió de la seta y se encaminó hacia la Nave de los Sueños, con la extraña sensación de que tal vez él también sea una burbuja…

…fin de la transmisión diaria.

Cazador de ilusiones.

La orilla estaba cubierta de nenúfares, el simpático personaje se subió a uno e invitó a Rásselas a hacer lo mismo. Cuando estuvieron sobre él, este en vez de hundirse por el peso, se elevó unos centímetros sobre la superficie del agua y como si de una alfombra mágica se tratase voló hacia las montañas.

Los dos gritaban de alegría, de emoción. A su paso dejaban en el agua una estela blanca y espumosa.

-Dime, donde encuentras la ilusión- Me dijo mientras viajábamos.

-La ilusión no es una cosa que se pueda buscar como si fuese un tesoro oculto y poseyéramos un mapa, no esta marcada por una equis.

-Ya pero se ve en tus ojos que tienes inquietudes, que no te conformas.

-La ilusión no es la meta, es el camino a seguir. Hacer las cosas con pasión, no por rutina o por imitación. Vivir con conocimiento de causa, sabiendo que se vive, participando de ella, colaborando.- decía Rásselas con los ojos pedidos en algún recuerdo pasado. -En realidad ilusión tengo, lo que busco es una cómplice de mi eterno viaje.

La seta esbozó una sonrisa,- para ello te hará falta mucha ilusión en tu camino. Mira.

El nenúfar volaba en círculos por el lago, parecía una batidora, porque a su paso el agua quedaba removida de espumas blancas. Cada vez giraban y giraban más y más rápido, hasta formar un torbellino y cuando pararon… de la superficie del lago comenzó a surgir miles, miles de millones de burbujas, de pompas que flotaban y se dejaban arrastras por el aire como los bancos de peces en un arrecife.

-Rásselas, coge todas las burbujas que te hagan falta. Son ilusiones puras y puros conformismos para levantar un espíritu nostálgico de querer estar con alguien y nunca estarlo.

-¿Y como las cojo? ¡Explotarán en mi mano¡ -dijo sorprendido.

Hay muchas ilusiones flotando, pero de todas ellas, solo una, solo una permanecerá junto a ti, se dejará acariciar, se dejará abrazar y no será volátil.

-Deberé ser muy cuidadoso entonces.

Rásselas no lo dudó, saltó al agua en la orilla del lago azul cian como el cielo lapislázuli que les cubría. Saltó con la ilusión en su pecho de encontrar otra ilusión.

Mi amor como una pompa de jabón.

…fin de la transmisión diaria.

La planicie.

La cascada continuaba saliendo por la grieta en la pared sin dar señales de disminuir su caudal y el ruido ensordecedor que producía.

La seta se giró con rápidamente y dijo: ”sígueme, vamos”.

A Rásselas no le dio tiempo a decir nada, cuando quiso darse cuenta vio como la setita corría y corría por una empinada senda pegada a la pared de granito frete a la playa.
A penas cabían por ella los pies de nuestro amigo, que en comparación era enormes como un paquidermo y torpes claro.

Poco a poco fue tomando altura hasta llegar a lo más alto, desde allí podía ver perfectamente toda la costa, el mar azul intenso decorado de miles de destellos de luz en las crestas de las olas. Las gaviotas volaban estáticas en el viento muy cerca del cortado y los cormoranes se lanzaban intrépidos al agua para capturar una presa.
Todo era una pintura, un óleo viviente y hermoso, respirable, palpable.

-¡Vamos, no te detengas!- se oyó una simpática voz desde más arriba.

Por fin Rásselas segó a una gran planicie cubierta por una tupida alfombra de hierba alta, salpicada por flores amarillas, lilas, azules… ese manto verde, como si de la melena del planeta se tratase, era peinado una y otra vez por el viento.

La setita apenas se podía ver, casi quedaba completamente oculta por la vegetación, esta continuaba corriendo y nuestro amigo luchaba por intentar darle alcance. Se arrepentía por haber cogido todo el equipo de exploración, ahora la escafandra le pesaba como una armadura medieval.

Por fin ambos se detuvieron frente a un hermoso lago.

...fin de la transmisión diaria.

La ola.

La seta con dos graciosos pasos se sentó junto a Rásselas.

-Es interesante que mires la luz, esta claro que la prefieres antes que la oscuridad- Dijo mientras ella también miraba hacia el espectáculo de aro iris que había en el cielo.

-Bueno, claro. La oscuridad no permite ver.

-Sí, pero si nunca has visto, si no sabes lo que son las formas y las geometrías… ¿Qué importa? ¿No preferirías ser feliz ignorando lo que existe en la distancia y vivir tranquilamente con lo que alcance tus brazos?

-¡No para nada! Escucharía historias asombrosas de lo que hay más allá de lo que puede tantear mis manos. Cautivarían mi curiosidad y acabaría añorando el poder percibir, el poder experimentar lo que los demás experimentan.

-No lo conoces, ¿Por qué lo deseas?- Dijo con desdén la seta.

-Porque algo más poderoso que mi consciencia, algo me llama, me dictamina, es un deseo una chispa, una…- se quedó pensando- es una ilusión.

-Interesante…Si se trata de eso, has venido al lugar apropiado… si necesitas ilusión aquí puedes encontrar algo.

Al terminar de decir esto, alzó sus pequeñas manos hacia su boca, tomó aire y lo expulsó con fuerza soplando. Sonaba como un silbido constante, como si una única nota tocase su boca y el eco la repitiera. Sonó hasta que su silbo y el eco se trasformó en un solo sonido cristalino.
Fue cuando la cascada aumentó de caudal golpeando terriblemente en las rocas.

La seta rápidamente se puso de pié. – Vamos corre hay que ir a la playa antes de que nos alcance la ola.

Se metieron en la grieta otra vez, el simpático personaje corría con verdadera destreza entre las piedras, su cuerpo desprendía un halo fluorescente que ayudaba a Rásselas a no golpearse con las paredes.

El radiante sol les cegó por un momento y un estruendo ensordecedor les dejó sordos.
Le la grieta salió una gran ola como un vómito de agua que corría hacia el mar.

Los dos se quedaron mirándose.

…fin de la transmisión diaria.

El sonido de la luz.

La nave de los sueños se posó suavemente en la superficie del planeta Ilusión.
La escotilla de babor se abrió y descendió una rampa hasta la arena de la playa. Sí, por que Rásselas había parado en una playa. El cielo estaba limpio como el interior de un diamante, desprendiendo centelleantes destellos de arco iris.
La playa ere muy larga, tal vez varios kilómetros, pero apenas unos metros, ya junto a ella se alzaba una pared de granito enorme.

Nuestro amigo, cargado con su equipo de exploración, se adentró entre las grandes grietas de la pared. Desde el interior de esos sinuosos corredores, ya no se podía escuchar las olas, ni la brisa marina acariciaba su cara y enredaba su pelo. El aire se espesaba y la luz se atenuaba a cada paso.

Poco a poco los ojos se le fueron acostumbrando a esa opalina oscuridad, el pasillo natura era bien estrecho, podía tocar las paredes con ambas manos.
La grieta, dio un brusco giro y la luz aumentó, había entrado en una hondonada, en un hueco redondo de varios centenares de metros de profundidad y una centena de metros de diámetro. La única vegetación que podía ver era un musgo espeso que cubría todos los recodos entre las rocas.

Pero lo que más le sorprendió fue la impresionante cascada. Un brazo de agua que se dejaba caer desde el borde mismo de roca hasta una laguna en el centro del cráter. Pero en vez de hacer estruendo, el impacto entre las rocas provocaba notas musicales. El agua, pulverizada salía despedida hacia el cielo y al salir a la superficie formaba una mágica columna de colores.

Nuestro amigo se sentó y miró sin más, no hizo nada… solo se dedicó a contemplar tanta belleza.

-¿Qué miras?- dijo una voz a su espalda.

Rásselas se giró con mucho cuidado y dispuesto a enfrentarse a cualquier cosa.

-La luz.- Dijo.

Al darse la vuelta por completo, pudo ver a un personaje sin igual. No tendría más de 50 centímetros de altura, apenas tenía piernas, solo pies. Los brazos solo eran dos pequeños apéndices a cada lado de su rechoncho cuerpo. Era una seta parlanchina.

…fin de la transmisión diaria.

Los cielos de la Ilusión.

“…Algoritmo 73, iniciando secuencia retrógrada, preparando sistemas para la entrada en la atmósfera…” Dijo la electrizante e impersonal voz de la gran computadora de abordo.
Rásselas se encontraba sentado frente al puente de mando, las correas se oprimían el pecho y notaba como poco a poco la gravedad iba aumentando, en breve sería tal que casi no podría respirar.

La nave se agito, convulsionó al roce paulatino de las capas más exteriores del planeta Ilusión. Ya no era aquella estrella que tímida brillaba en un cielo salpicado por cien mil millones de estrellas iguales… Ahora era una gigantesca bola azul cian, cuyas proporciones iban aumentando conforme la nave descendía.

El cristal de la escotilla principal se puso al rojo vivo, saltaron chispas del fuselaje, e incluso alguna placa de este saltó disparada al espacio convirtiéndose en una estrella fugaz.

Rásselas se sentía pesado, apenas se podía mover en su asiento que se había convertido en batidora, todo vibraba… un ruido ensordecedor aturdía sus sentidos. Pero sacó fuerzas de la nada y pudo pulsar el botón de “Entre” el cual despegaría en apenas un nanosegundo las aletas reflectoras.
En poco la nave se estabilizó y todo quedó en calma. Por fin sobrevolaba los cielos de la Ilusión.
Veremos que encuentra allí.

…fin de la transmisión diaria.

Ilusion.

La nave de los sueños navegaba solitaria por el inmenso espacio, estelar. Rásselas andaba descalzo, como siempre, mirando por la escotilla el paisaje estrellado. Todo estaba tranquilo, apacible, silencioso.
Pero un destello le llamó la atención, una estrellita azul parpadeante en un fondo cuajado de estrellas. Entre todas, una fue la que hizo retener su mirada en ella.
Memorizó donde se encontraba y subió corriendo al puente de mando, rápidamente, antes de que se le olvidase el mapa imaginario que había grabado en su memoria, introdujo los datos en la gran computadora de abordo.

Los monitores se activaron mostrando una sinfonía de luces y formas, los números volaban por las pantallas y las graficas se dibujaban mostrando trazos curvilíneos de diferentes grosores.
Por fin tuvo una respuesta, se trataba de un sistema estelar compuesto por una sola estrella azul y un pequeño planeta orbitante.
Según la base de datos, ese planeta recibía el nombre de “Ilusión”.
Nuestro amigo, al leer esto, esbozó una sonrisa. ¿Cómo podría pasar de largo con un nombre así? No lo dudó, pudo las coordenadas en la consola de navegación y puso rumbo allí.
Los motores centellearon y la Nave de los Sueños se puso en camino al planeta Ilusión. Parecía un cometa que dejaba una estela de color en el fondo negro del firmamento.
Rásselas tenía curiosidad por saber lo que se encontraría allí, ya, como a poco, casi sin darse cuenta la ilusión se iba apoderando de él.

…Fin de la transmisión diaria.

Melodía.

Qué maravillosa tarde en la playa, el mar era un cocido con tropezones, no muy refrescante la verdad. Pero ver como decaía la tarde, cómo el sol se achataba aplastándose entre las montañas desprendiendo su fumo rojo por sus laderas… me ha venido una melodía a la memoria.

Unchained Melody
Vito & The Salutations

Oh, my love, my darling
I've hungered for your
Touch, touch, touch, touch, touch
Whooo-ooh, ooh-ooh-ooh-ooh
Time goes by so slowly
And time can do so much
Much, much, much, much, much
Whooo-ooh, ooh-ooh-ooh-ooh
Are you still mine
I need your love
I need your love
God speed your love to me

Lonely rivers flow to the sea
To the sea
To the open arms of the sea
Lonely rivers sigh
Wait for me, wait for me
I'll be coming home, wait for me

Oh, my love, my darling
I've hungered for your
Touch, touch, touch, touch, touch
Whooo-ooh, ooh-ooh-ooh-ooh
Time goes by so slowly
And time can do so much
Much, much, much, much, much
Whooo-ooh, ooh-ooh-ooh-ooh
Are you still mine
I need your love
I need your love
God speed your love to me

Oh, my love, my darling
I've hungered for your
Touch, touch, touch, touch, touch
Whooo-ooh, ooh-ooh-ooh-ooh

...fin de la transmisión diaria.

Esta boca es mía.

Esta tarde en mi planeta refugio, sí ese que cuenta con un puerto que me protege y un faro que me guía, he ido a la playa. Me he acostado en la arena y he querido alearme a ella, sentirme pesado, que las fuerzas me abandonaban por completo y el sonido de las olas me hipnotizase… he querido y lo he logrado.
Pero pronto me he levantado para disfrutar de la grata conversación con mis amigos, Korr, Gambiteroo e Ínmica… lo hemos pasado muy bien.
No he llegado a bañarme, porque enromes monstruos cefalópodos quemaban la piel de los bañistas insensatos que se atrevían a meterse en el oleaje.

También he terminado de leerme la novela “Gilgames y la muerte” de José Ortega Ortega. Para mi ha sido todo un descubrimiento me ha encantado realmente. Tantos años buscándola, no decidiendo a leerla y resulta que es ella la que me eligió. Si señores, un libro puede ser muy bueno, genial, pero tiene un tiempo para ser leído, si se lee en su momento… disfrutaremos mucho más de él. A mi este me ha encantado,

Ya os contaré mis conclusiones.

Mientras volvía con el coche, pensaba en el protagonista… viajó por tierras muy parecidas a estas. Áridas, pero hermosas…

Esta Boca Es Mía
Sabina Joaquin
Más vale que no tengamos que elegir
entre el olvido y la memoria,
entre la nieve y el sudor.
Será mejor que aprendas a vivir
sobre la línea divisoria
que va del tendio a la pasión.

No dejes que te impidan galopar
ni los ladridos de lo perros
ni la quijada de Caín.
Que no te dé el insomnio por contar
las gaviotas del desierto,
las amapolas de París.

Te engañas si me quieres confundir
esta canción desesperada
no tiene orgullo ni moral
se trata sólo de poder dormir
sin discutir con la almohada
dónde está el bien, dónde está el mal.

La guerra que se acerca estallará
mañana lunes por la tarde
y tú en el cine sin saber
quién es el malo mientras la ciudad
se llana de árboles que arden
y el cielo aprende a envejecer.

Y sal de ahí
a defender el pan y la alegría.
Y sal de ahí
para que sepan que
ESTA BOCA ES MIA.

Si, tal vez dentro de poco una guerra estallará en mi.

…fin de la transmisión diaria.