Historias Logarítmicas

Narnia.

Por fin Rásselas estaba otra vez a los mandos de la Nave de los Sueños. Esta hacía rugir lo motores de popa atronando con un ruido ensordecedor toda la costa del planeta “Ilusión”. Conforme iba ganando altura el cielo se nublaba perdiendo luminosidad. Los scaners de la computadora de abordo detectaron millones de puntos flotantes en la trayectoria de la nave. Cuando quiso darse cuenta, ya era demasiado tarde, la proa de la nave como si navegase en el mismo mar, desplazaba olas y olas de burbujas, formando una estela de espuma flotante en el cielo.

El fuselaje del galeón espacial comenzaba a congelarse por la acumulación de miles de deseos fríos y distantes, de pompas que no eran la suya explotadas en el aire.
Mantuvo el rumbo, no podía zozobrar en una maniobra tan delicada, aumentó la potencia y pronto salió de la atmósfera.

Ahora le quedaba todo un universo para buscar su ilusión. Introdujo en la computadora las coordenadas a cualquier parte y se dirigió hacia allí.

Después de una ducha se metió en la habitación del monograma y allí pudo conocer que pronto una película sin igual se proyectará.
Esta la versión cinematográfica de “Las crónicas de Narnia” siete novelas estupendas cargadas de fantasía. La primera, “El león, la bruja y el guardarropa” fue la primera novela que leyó Rásselas cuando era crío. Gracias a ella su afición por la lectura no tiene límite. Es un cuento, una hazaña de unos críos… y nuestro amigo, desea volver a ser niño para poder degustar otra vez las aventuras en ese país de fantasía.

Quiere ir a Narnia...

…fin de la trasnmisión diaria.

Posted by eolovano at 18 de Julio 2005 a las 05:27 PM