Historias Logarítmicas

Más sobre la muerte.

Página 148.[…]
-Y acercarse al saber como tú…¿es difícil?- preguntó Gilgamesh, deslumbrado.
Kei volvió a sonreír ampliamente.
-Hijo mío- explicó-, la inmortalidad que buscas te llevará por un camino estrecho y peligroso. Pero más arduo es el camino del sabio y lo primero que ha de hacer es ser paciente, virtud de la que tú careces, si no me equivoco.

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Es aquí exactamente donde los paralelismos más se destacan. Ahora Gilgamesh, habla como Rásselas el Príncipe de Abisinia cuando estaba en el Valle Feliz y lo poseía todo.
Gilgamesh es también un príncipe, el cual no tiene necesidad de nada, todo en esta vida lo posee, es afortunado para el resto del mundo. Pero sin embargo, no es feliz.
Al igual que Rásselas le atormenta una inquietud, a los dos le atenaza la felicidad. Porque la búsqueda de la inmortalidad no es mas que una metáfora de la eterna búsqueda de la felicidad y del sentido de la vida.

Cuando uno se es consciente de su propia existencia, se pregunta el motivo de ella. ¿Por qué se es consciente de su existencia y no de su no existencia?

En las dos historias, los dos héroes, parten en un camino como único destino que el enfrentarse a ellos mismo.

Al fin y al cabo, este eterno viaje de sueños e ilusiones, eterno viaje de amores… es lo mismo. Por eso me identifico con Rásselas y con Gilgamesh.

Los dos no se conforman con su propia ignorancia, son absolutamente rebeldes ante esta situación.

Yo tampoco me conformo, a abandonarme al abandono.
Esperaré todo lo que sea necesario, seré paciente.

…fin de la transmisión diaria.

Posted by eolovano at 21 de Julio 2005 a las 05:30 PM