El mensaje cifrado se repetía una y otra vez en la red interna de la Nave de los Sueños. El sistema operativo estaba absorto en algo que captaba su atención de tal maneta, que rea incapaz de darse cuenta que su carga más preciada corría peligro. El navegante.
El puente de mando también estaba tenuemente iluminado por las lunes de neón rojas que arañaban las retinas. Allí, una sombra siniestra se movía a sus anchas, desplazándose de un lado para el otro el como el humo del tabaco. Observaba atenta todos los movimientos de Rásselas por medio del circuito cerrado de televisión.
Nuestro amigo, con gran cautela avanzaba buscando una escotilla hacia las cubiertas superiores. Tal vez intentaría entrar en la cubierta de control, en la sala del timón, y una vez allí descubrir quién le estaba haciendo esto.
Si lograba subir hasta esa pequeña cabina anexa al puente de mando, no podría ser observado, ni expiado. A demás, contaba con un enlace directo con la Computadora.
Su idea iba ganando forma y consistencia... Pronto la sombra y él se enfrentaría.
Pero ¿cómo podría pasar por toda el galeón sin ser detectado por ese ente?
La única manera sería cegar a la maquina, saturar los sensores, explotar las pantallas y la única forma de hacer vibrar a toda la nave es cantado. Escucha...
Mago de Oz.
"El Lago"
De nuevo solos tú y yo, un lago y una canción
Echo de menos oír tu voz, una estrella te eclipsó.
Los momentos que no volver a sentir tu piel
en mis brazos yo te tuve ayer, hay tantas cosas que te quiero decir,
Acércate.
A veces siento el despertar con susurro tu calor
Ella no deja de pensar que un día te encontrará.
Cógeme no me dejes marchar, quiero sentarme a tus pies
en mis brazos yo te tuve ayer, hay tantas cosas que te quiero decir,
dime por que.
Sólo tu, tu y yo, una guitarra, el lago y una canción.
Sólo tu, tu y yo, ahora ya te puedo decir adiós.
De nuevo solos tu y yo
un lago y una canción
echo de menos oír tu voz
una estrella te eclipsó.
Te eclipsó.
Te eclipsó.
Te eclipsó.
...fin de la transmisión diaria.
En toda la Nave de los Sueños reinó el silencio sepulcral del espacio. El frío y quietud había sido provocado por algún tipo de entidad que, manipulando la Gran Computadora de abordo... había conseguido abrir las compuertas de popa dejando escapar todo el aire y toda la presión.
Rásselas intentó ponerse en contacto con el puente de mando, pero no fue posible, todas la vías de comunicación habían sido cortadas... ahora alguien o algo mandaba en la Nave de los Sueños y no era el eterno viajero de sueños e ilusiones, eterno viajero de amores.
Nuestro amigo debía de ser rápido, ya que las reservas vitales de una escafandra espacial no son más que para unas pocas horas. Mientras caminaba por los inmensos y laberínticos pasillos del galeón estelar, tuvo una idea.
Bajaría hasta los niveles inferiores donde se encuentra todo el hardware del cerebro pensante que dirige el artilugio espacial... Allí, modificando unas placas electrónicas intentaría decirle al sistema operativo que el navegante esta en peligro. Le mandaría un mensaje cifrado...
Así lo hizo... avanzó por las largas galerías ahora iluminadas con las luces rojas de emergencia, afinando sus sentidos por la posibilidad de encontrarse con aquella cosa que había provocado aquel desastre.
Por fin, llegó a una puerta de doble hoja deslizante, se acercó a su panel táctil e introdujo el código de acceso.
Código incorrecto apareció en su pantalla azul.
Intentó varias formulas y no hubo respuesta satisfactoria... Con un pequeño destornillador, realizó un cortocircuito y esta se abrió por fin.
Era una enorme sala de más de doce metros de altura... Gracias a la ingravidez pudo subir sin esfuerzo hacia el lugar donde se encontraba los chips a modificar...
Después de extraerlos y cambiarlos... en una componente armónica en toda la red de la nave viajaba el siguiente mensaje:
[14,5,3,5,20,9,21,16][2,16,14][2,25,21,19,13,1][22,19,7,5,14,3,9,1][22,14][1,2,19,1,27,16][16,1,12,4,16][18,22,5][13,5][23,22,5,12,13,1][1][4,5,19,19,5,21,9,19][13,9][3,16,14,7,5,12,1,4,16][3,16,19,5,27,16,14][E=5].
...fin de la transmisión diaria.
Rásselas continuaba su trasiego por los interminables pasillos de la Nave de los Sueños. Entraba en dependencias nunca antes visitadas y comprobaba lo enorme que era ese galeón espacial. Parecía que no tenía fin, a cada sala llegaban varios pasillos, en cada pasillo decenas de puertas a otras salas.
Pero varios niveles más abajo, el display de la puerta seguía brillando y escribiendo números y letras a una velocidad asombrosa. De golpe se detuvo, sonó unos pitidos electrónicos y se abrió la puerta.
De ahí surgió una enorme y tenebrosa sombra que se deslizó por las paredes y suelos del pasillo hasta el puente de mando.
Nuestro amigo andaba despreocupado cuando todas las luces se apagaron, las tuberías chirriaban y vapor de agua salía por las rejillas de ventilación. Las sirenas rotatorias del techo se pusieron en marcha provocando un caos ensordecedor. Aumentado aun más por el repetitivo mensaje de la Gran Computadora que decía una y otra vez ¡Fallo en las escotilla de popa, descompresión total...!
Como arrastra un huracán a un diente de león Rásselas salió volando dándose golpes en la cabeza, brazos, rodillas... Intentaba sujetarse a algo para mantenerse seguro y evitar salir despedido al espacio exterior.
Pudo agarrarse a la manilla de un armario de supervivencia, sacando fuerzas de la nada, y en absoluta oscuridad, pudo abrirlo e introducirse en el. Rápidamente, sin perder tiempo, se puso un traje espacial. Mientras, la puerta golpeaba y se retorcía como queriendo salir despedida de sus goznes.
En unos minutos todo paro, un silencio sepulcral y cósmico todas las cavidades de la nave. No había oxigeno, no quedaba aire.
Con extremo cuidado salió al pasillo ya iluminado por las rojas luces de emergencia.
...fin de la transmisión diaria.
En este viaje a los sueños polares... en este tránsito a ninguna parte, siempre hay sorpresas para poder disfrutar...
La Nave de los Sueños viajaba comandada por el piloto automático de la Gran Computadora de Abordo. Rásselas andaba descalzo por sus pasillos observándola desde el interior de esta. Tanto tiempo dentro de ella y tan desapercibida. Tal vez por el no para de aventuras vividas, por sus continuas salidas en la pequeña cápsula de exploración...tal vez... pueden ser muchas cosas, pero el caso es, que Rásselas había decidido explorarla sin dejar ni un recodo.
Se sorprendió al comprobar que muchos camarotes y salas estaban cerradas, ni tan siquiera la computadora era capaz de descifrar la secuencia alfanumérica capaz de abrirla.
-¿Qué extraño!-Se dijo nuestro amigo.-Es la primera vez que me encuentro con una puerta cerrada dentro de la nave.
Continuó su exploración por los recónditos pasillos de los niveles más profundos. Pero mientras él caminaba, el display de la puesta que había intentado abrir comenzó a producir un sonido electrónico y miles de números y letras comenzaron a escribirse de izquierda a derecha a una velocidad vertiginosa.
...fin de la transmisión diaria.
No he pasado, no he parado de moverme por el puente de mando, de trazar líneas en los planos estelares y de organizar tareas. Los cálculos a realizar se me amontonan como montañas numéricas a las que debo subir a toda prisa, por eso, en la nave... es todo correr casi sin pensar. No me da tiempo.
Por un momento, esta mañana me ha dado complejo del conejo de Alicia en el País de las Maravillas. Y es que cuando el reloj se pone a girar sobre si mismo logra retorcer sus agujas pareciendo una espiral hipnótica interminable mente fugaz.
Pero estoy contento, los trazos cargados en mis cartas náuticas, son los correctos, el Planeta Ultramar queda atrás y enfila la proa de mi nave a nuevos horizontes vacíos y listos para descubrir.
Dentro de poco disfrutaré de nuevas aventuras.
Esta noche he tenido un sueño. Suelo recordarlo todos y suelen ser muy cinematograficos. La mayoría con un inicio, un nudo y un desenlace... este no ha sido así. Es como si me hubiese despertado entro de mi sueño, yo no era consciente de que soñaba, de que todo era una falsa, una fantasía.
En el, mi actitud no es la más correcta... en un determinado momento realizo una acción, que aun siendo consciente de que no esta bien... la hago... y es más, esto ocurre en dos ocasiones similares.
Me he despertado, esta vez ya en el mundo palpable de los vivos... y no he podido evitar reflexionar sobre mi actitud respecto a determinadas personas, si es la más correcta o no. Yo a esa persona la quiero con locura, como un hermano... pero más que hermano mayo, a veces soy un carcelero.
No se... nunca es tarde para cambiar.
...fin de la transmisión diaria.
Este fin de semana ha vuelto a ser muy provechoso. El domingo por la mañana decidí salir de expedición por la superficie de mi planeta refugio; sí ese que cuenta con un puerto que me protege y un faro que me guía. Pero esta vez me iba a alejar de la costa, esta vez subiría un monte.
Según los topónimos de la zona, se llama Escribano con unos 660mtr de altitud. Es una montaña aislada del resto dentro de la sierra de la Almenara. Sus pendientes son muy pronunciadas, sobre todo en la cúspide, a partir de la mitad de altura, ya que lo corona un promontorio de roca caliza muy escapada.
Hacía un sol de justicia, pero protegido por mi gorra y bebiendo agua directamente de mi mochila gracias al tubito de silicona que conecta con la cantimplora, podía soportarlo.
No existen caminos, ni ruta trazada para llegar a la cima, es un terreno completamente salvaje e inaccesible. Así que varios días antes me estudié un ortofotomapa para poder deducir cual podía ser mi línea de ascenso.
La subida fue muy, pero que muy penosa, más aun de lo que yo suponía, esto me trajo una sorpresa. La maleza, reseca ya por las fechas en la que nos encontramos, destrozaba mis piernas a cada paso, como latigazos de fuego en espinillas y muslos.
En tres ocasiones estuve apunto de darme la vuelta, pero aun así decidí continuar con mi vía crucis.
Llegue a una pared de piedra con un desnivel del 70% justo en un vértice de la montaña. Pensé en no seguir esa ruta, pero buscar otra ya era demasiado tarde, así que ascendí por ella con la asfixia en mi pecho.
Fue realmente sorprendente cuando al subir por unas rocas pude comprobar que estaba en lo más alto. Lo había conseguido.
¿Por qué invertir el tiempo en sufrir subiendo una montaña con muy poco interés para el resto de los mortales que a esas horas andan tomando tapas o en la playa de este planeta?
Por que fue un reto, como tantos. Necesitaba soltar adrenalina sentir desfallecer, pero no psicológica ni espiritualmente (eso ya lo sentía) necesitaba cansarme. Subir una montaña así de dura es como una metáfora misma de los retos que nos pone la vida.
Uno plantea una ruta de ascenso, pero cuando se camina por ella, surgen incógnitas o sorpresas que nos obligan a adaptarla.
Nuestra visión es muy limitada y necesitamos puntos de referencia a corto plazo para poder alcanzar las metas a mayor distancia temporal (en este caso altura). Se puede sufrir, tanto físicamente, como espiritualmente en el camino... pero si se alcanza lo más alto, con esfuerzo... la satisfacción recompensa todo lo pasado. Hemos ganado cota y podemos vislumbrar el camino seguido. Podemos darnos cuenta que tal vez habíamos errado, desviado de la senda a seguir... o que tal vez existía un camino de ascenso mucho más directo y fácil.
Y por qué no decirlo... el domingo subí al Escribano para escribir en su cima. Y, como Elías hablar un rato con Dios.
...fin de la transmisión diaria.
Continuo en mi planeta refugio, sí ese que cuenta con un puerto que me protege y un faro que me guía.
No hay momentos de sosiego, noche de cine, mañana de tapas en la playa... y esta tarde correr por la costa y cena.
Las actividades se acumulan disfrutando de cada una de ellas, de la compañía de la fundamental tripulación de la Nave de los Sueños.
Pero ahora dispongo de un momento, de un tiempo para mi y no puedo evitar reflexionar sobre tiempos pasados y sobre tiempos futuros, cómo afrontar las nuevas metas y asumir la evaluación de las metas perdidas.
Tengo cierta tendencia a pensar sobre todas las cosas, por insignificantes que sean.
Ahora me voy a correr, y me voy pensando.
...fin de la transmisión diaria.
Por fin la Nave de los Sueños tomó tierra en la superficie del cálido planeta. Rásselas, nada más poner un pié en el notó una descarga de tensiones. Su Planeta refugio, sí ese que cuenta con un puerto que me protege y un faro que me guía, sigue igual... allí no pasa el tiempo.
Sus energías se han visto revitalizadas con la brisa marinera, su espíritu renovado... esta noche lo pasará bien.
Estará con los miembros de su tripulación en una zona lúdico festiva... A ver las aventuras que vive allí.
...fin de la transmisión diaria.
Rásselas miraba a través de una de las escotillas de su camarote. En la oscuridad de la estancia, su cara era ligeramente iluminada por las infinitas estrellas que poblaban el espacio.
Estaba pensativo, estos días han sido muy buenos. Se sorprende como le han ayudado a recuperarse de sus heridas.
Sobre todo, el recordar una cosa, un texto leído hace tiempo.
Fue el martes por la noche, cuando en Murcia-murcindäe, Inmica le llamó para ver una dramatización de El Principito. Era un grupo de danza o expresión corporal de Poloniálinda.
En ningún momento hablaron, pero si expresaron con su cuerpo todas las emociones de los personajes. Y de tal forma que al llegar a la escena del zorro... mi corazón casi sale disparado. Foto
XXI
Entonces apareció el zorro:
-¡Buenos días!
-¡Buenos días!
-Estoy aquí, bajo el manzano
-¿Quién eres tú? -. ¡Qué bonito eres!
-Soy un zorro
-Ven a jugar conmigo -, ¡estoy tan triste!
-No puedo jugar contigo --, no estoy domesticado.
-¡Ah, perdón!.
Pero después de una breve reflexión, añadió:
-¿Qué significa "domesticar"?
-Tú no eres de aquí - - ¿qué buscas?
-Busco a los hombres - -. ¿Qué significa "domesticar"?
-Los hombres - - tienen escopetas y cazan. ¡Es muy molesto! Pero también crían gallinas. Es lo único que les interesa. ¿Tú buscas gallinas?
-No - -. Busco amigos. ¿Qué significa "domesticar"?
-Es una cosa ya olvidada - -, significa "crear vínculos... "
-¿Crear vínculos?
-Efectivamente, verás - -. Tú no eres para mí todavía más que un muchachito igual a otros cien mil muchachitos y no te necesito para nada. Tampoco tú tienes necesidad de mí y no soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si tú me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo...
-Comienzo a comprender - -. Hay una flor... creo que ella me ha domesticado...
-Es posible --, en la Tierra se ven todo tipo de cosas.
-¡Oh, no es en la Tierra! -.
El zorro pareció intrigado:
-¿En otro planeta?
-Sí.
-¿Hay cazadores en ese planeta?
-No.
-¡Qué interesante! ¿Y gallinas?
-No.
-Nada es perfecto -suspiró el zorro.
Y después volviendo a su idea, siguio el zorro:
-Mi vida es muy monótona. Cazo gallinas y los hombres me cazan a mí. Todas las gallinas se parecen y todos los hombres son iguales; por consiguiente me aburro un poco. Si tú me domesticas, mi vida estará llena de sól. Conoceré el rumor de unos pasos diferentes a todos los demás. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra; los tuyos me llamarán fuera de la madriguera como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves allá abajo los campos de trigo? Yo no como pan y por lo tanto el trigo es para mí algo inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada y eso me pone triste. ¡Pero tú tienes los cabellos dorados y será algo maravilloso cuando me domestiques! El trigo, que es dorado también, será un recuerdo de ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo.
El zorro se calló y miró un buen rato al principito:
-Por favor... domestícame
-Bien quisiera pero no tengo mucho tiempo. He de buscar amigos y conocer muchas cosas.
-Sólo se conocen bien las cosas que se domestican - -. Los hombres ya no fienen tiempo de conocer nada. Lo compran todo hecho en las tiendas. Y como no hay tiendas donde vendan amigos, Ios hombres no tienen ya amigos. ¡Si quieres un amigo, domestícame!
-¿Qué debo hacer? -.
-Debes tener mucha paciencia - -. Te sentarás al principio ún poco lejos de mí, así, en el suelo; yo te miraré con el rabillo del ojo y tú no me dirás nada. El lenguaje es fuente de malos entendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca...
El principito volvió al día siguiente.
-Hubiera sido mejor - - que vinieras a la misma hora. Si vienes, por ejempló, a las cuatro de la tarde; desde las tres yo empezaría a ser dichoso. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto, descubriré así lo que vale la feliçidad. Pero si tú vienes a cualquier hora, nunça sabré cuándo preparar mi corazón... Los ritos son necesarios.
-¿Qué es un rito? -.
-Es también algo demasiado olvidado - -. Es lo que hace que un día no se parezca a otro día y que una hora sea diferente a otra. Entre los cazadores, por ejemplo, hay un rito. Los jueves bailan con las muchachas del pueblo. Los jueves entonces son días maravillosos en los que puedo ir de paseo hasta la viña. Si los cazadores no bailaran en día fijo, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones.
De esta manera el principito domesticó al zorro. Y cuando se fue acercando eI día de la partida:
-¡Ah! - -, lloraré.
-Tuya es la culpa - -, yo no quería hacerte daño, pero tú has querido que te domestique...
-Ciertamente -
- Y vas a llorar!, -
-¡Seguro!
-No ganas nada.
-Gano - - he ganado a causa del color del trigo.
Y luego añadió:
-Vete a ver las rosas; comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás a decirme adiós y yo te regalaré un secreto.
El principito se fue a ver las rosas a las que dijo:
-No son nada, ni en nada se parecen a mi rosa. Nadie las ha domesticado ni ustedes han domesticado a nadie. Son como el zorro era antes, que en nada se diferenciaba de otros cien mil zorros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.
Las rosas se sentían molestas oyendo al principito, que continuó diciéndoles:
-Son muy bellas, pero están vacías y nadie daría la vida por ustedes. Cualquiera que las vea podrá creer indudablemente que mí rosa es igual que cualquiera de ustedes. Pero ella se sabe más importante que todas, porque yo la he regado, porque ha sido a ella a la que abrigué con el fanal, porque yo le maté los gusanos (salvo dos o tres que se hicieron mariposas ) y es a ella a la que yo he oído quejarse, alabarse y algunas veces hasta callarse. Porque es mi rosa, en fin.
Y volvió con el zorro.
-Adiós -
-Adiós - -. He aquí mi secreto, que no puede ser más simple : sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos.-Lo esencial es invisible para los ojos -.
-Lo que hace más importante a tu rosa, es el tiempo que tú has perdido con ella.
-Es el tiempo que yo he perdido con ella....
-Los hombres han olvidado esta verdad - -, pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Tú eres responsable de tu rosa...
-Yo soy responsable de mi rosa...
Repitió el principito a fin de recordarlo
Qué maravilla, piensa Rásselas... domesticar, ser domesticado.
Por un momento le gustaría ser ciego, dejar de ver con los ojos de la razón y dejarse llevar por una fuerza mayor y aun más poderosa, la domesticación.
Seguro, que en una de sus aventuras, tendrá un encuentro fortuito con una rosa singular... la única rosa, distinta para él entre todas por siempre jamás.
...fin de la transmisión diaria.
Vaya lío que llevo desde que regresé a la Nave de los Sueños.
Natalia Lafourcade
- El Pato
Un pato,
Que va cantando alegremente cua cua
Cuando se encuentra un lindo gato miau miau
para cantar bossa nova
Un ganso se entusiasmó alegremente cua cua
para cantar hacia la gente cua cua
Y un perrito que ahí estaba
empezó a cantar
Cuando quería ensayar
el pobre pato se desafinó
Cuchi cuchicu no le sale
Sus notas feas eran peor que las del gato
La voz del pato era más que un desacato
Y en la nota final lo empujaron al agua...
y se puso a nadar
Cui cui cui laralá, cui cui cui,
cui cui cui
Un pato se entusiasmo alegremente cua cua
para cantar hacia la gente cua cua
Y les canta bossa nova
Mh mh mh-mh ah
Cuando quería ensayar
el pobre pato se desafinó
Cuchicú chicu no le sale
Sus notas feas eran peor que las del gato
La voz del pato era más que un desacato
Y en la nota final lo empujaron al agua
Y se puso a nadar
Cui cui cui cui
Naraná
Cui cui cui
Cui cui cui
Un pato
Un pato...
Tubirubirubirubirú yeah!
Un abrazo a todos.
...fin de la transmisión diaria
Cada vez hacía más y más frío en el interior de la pequeña cabina. Sin posibilidad de entablar contacto con la Nave de los Sueños, a miles de kilómetros de allí, se sentía solo, solo y desamparado metido dentro de una claustrofóbica y aséptica burbuja.
Las baterías se iban descargando poco a poco dejando todo en oscurecido ambiente desolador. Antes de que llegase el nefasto final, Rásselas introdujo un último comando en la pequeña computadora, una última y definitiva transmisión...
Una canción.
POESÍA BÁSICA EXTRECHINATO Y TU.
Compañía: DRO East West Fecha: 2001
Productor: ExtreChinato y Tú.
Juguete de Amor
Anoche pasé frío y me desenamoré un poco.
Anoche pasé frío y fui poeta.
Anoche, mientras mi carne se helaba
y mi alma en mi cuerpo se escondía,
vi como mi amor para ti
era un juguete pasado ya de moda que ya nada valía.
Cualquier amanecer echarán
al viejo juguete de mi amor a un carro de basura,
y alefándose en la amarga soledad
oirá al carretero dar palos a su mula
que todo se lo da por un poco de paja
y, a veces, pochas uvas.
Y estaré allí donde ya nada vale nada
hasta que algún día una dulce gitanilla,
con mocos y pecas en la cara,
limpie con su manga grasienta
la suciedad que la sociedad pegó a mi alma;
y volveré a ser un juguete reluciente de amor y de alegría.
¡Que importa que me engañes si luego me sonríes!
¡Qué importa ser poeta o ser basura!
Anoche pasé frío en el cuerpo y en el alma...
Anoche pasé frío y quedó mi libertad de amor helada.
Y con esto las pantallas se apagaron, un velo de hielo cubrió las escotilla exteriores y nuestro amigo perdió la consciencia. No había ruido alguno, ya solo era un objeto metálico flotante en órbita alrededor del planeta Ultramar.
Poco a poco las constantes vitales iban desapareciendo, y en ese sueño profundo en el que se introdujo surgió una melodía.
Que fe aquelloTontxu
nadie sabe que fue aquello
y por eso nos conocemos
el secreto de estar juntos
a pesar de tanto tiempo
tanta fiesta y tanta borrachera
desde que eramos pequeños
y acabar muertos de risa
en algún bar del casco viejo
hay algunos que se fueron
pero pronto volverán
la ventaja de ser tantos
es que siempre hay alguien más
no te quedas nunca solo
siempre hay con quien compartir
la cerveza, el calimocho y las ganas de salir
ellos son en verdad,
lo mejor que hay en mi
por que fueron y son lo que soy
, y lo que fuí.
en los libros que leimos
y en las clases que no fuimos
no enseñaban lo imporartante
solamente lo divino
aprobar sin entenderlo
y entenderlo sin probarlo
junto a ellas descubrirlo
y llamar para contarlo.
quedan años por delante
quedán noches por detrás
recordar lo que ha pasado
y no saber que pasará
si habrá bodas y bautizos
nos veremos con los niños
pero en vez de hacerlo en bares
nos veremos en el parque
ellos son en verdad
lo mejor que hay en mí por que fueron y son,
lo que soy, y lo que fuí.
"A mis amigos"
Mientras Rásselas soñaba que no estaba solo, la tripulación de la Nave de los Sueños había escaneado la señal de socorro enviada desde la capsula. En seguida estuvo en el interior de la bodega del galeón espacial.
Y gracias al calor de los corazones de sus amigos, pudo recobrar los colores de su cara.
Rásselas regresó de un sueño soñado durante un mes y medio, ahora le tocaba la realidad poseidonica de lleno.
...fin de la transmisión diaria.
La nave ascendía de la tranquilidad de los fondos oscuros oceánicos hasta llegar a la virulenta superficie. Otra ves, Rásselas se las tenía que ver con la tempestad.
Muy lejos de ahí un sol radiante regalaba un cálido día para los habitantes de palacio.
-Ssseñor, hemos encontrado una pequeña fuente de radiación en el corazón del mar de las dudas.- Dijo con extremada precaución un cónguiro con sus ojos como dos sartenes oscuras.- Por unas horas esa señal había desaparecido, resulta que hace unas horas ha vuelto a parecer de la nada.
-¡¿Cómo?!- se levantó el rey del mar de su trono de corales.-¡¿De qué se trata?!
-Rasssselasss mi amado señor.
La túnica marina del dios, siempre como una apacible cascada, como una fuentecilla que resbalaba desde su cadera, se oscureció y se transformo en olas rabiosas contra una escollera.
-¡¿Cómo es posible?!- Grito con furia alzando su luminiscente tridente al rojo vivo sobre su cabeza- ¡Os dije que lo destruyerais!
Se puso a girar sobre si mismo, creando una espiral de corrientes marinas que arrastraban a su paso todo. El día tropical que hacia en ese distante mar, se volvió oscuro y tenebroso. Un gran torbellino se formó en el agua como un embudo gigantesco.
Rásselas estaba lejos de allí, pero su pequeña nave a merced de las olas, de las corrientes, de los vientos... no podía luchar ante lo inevitable. Él, antes de que sucediera el desastroso final, sabía de qué se trataba. Otra vez Poseidón, siempre Poseidón.
Fue lanzado dando miles de vueltas alrededor de las temibles faldas de Dios, la espiral se cerraba sobre él. Por faltaba ya.
-¡¿Qué te has creído tu insignificante mosquito?!,¡¿piensas que podías engañarme?!
Yo soy el rey de los mares, el rey del destino, el señor de las Parcas que tejen tu hilo. No tienes nada que hacer conmigo. Mi castigo seguirá vigente y aun más estricto por haberte reído de mi. Por haber besado de corazón en la playa profanándola.
Y con esto golpeó la pequeña cápsula con su tridente expulsándola del planeta.
Todos los paneles chisporroteaban, había humo en la pequeña carlinga y Rásselas se sentía morir. Todo daba vueltas. El fuselaje de la nave estaba destrozado por el impacto, al igual que las baterías y los sistemas vitales.
Poco a poco todo se fue enfriando, tanto que apareció escarcha en el interior de la minúscula cabina. La esperanza estaba en la Nave de los Sueños.
Pero, ¿cómo llegar a ella sin combustible?
Antes de que los monitores se desconectasen definitivamente, pudo ver la última lectura de los escaners: la Nave de los Sueños, se hallaba en una orbita geoestacionaria, muy distante de allí, demasiado para llegar por sus medios.
¿Qué hacer ahora?
...fin de la transmisión diaria.
Tanto mareo, tantas vueltas, tanto silencio hicieron a Rásselas tomar una decisión.
Se puso rápidamente la escafandra, las botas de plomo y dejó que la cápsula se hundiera en lo más profundo del mar de las dudas.
Ante la imposibilidad de hablar debajo del agua, sólo le quedaba una forma de hallar un escape, un cierto placer. Abrió la escotilla y salió al exterior. Todo estaba oscuro allí en la cota más baja de esa brecha abisal.
Miró a un lado, miró hacia el otro, y se puso a correr. Descargar adrenalina acumulada, tensiones y distorsiones en la cabeza. Obligar al corazón a que latiese aun más rápido, casi al punto de ebullición de la sangre y hacerla circular por el cerebro hiperoxigenándolo.
Ante lo intangible, lo físico es la única salida para toda esa acumulación.
Corría, si corría como hacía meses que no lo había hecho. Su cuerpo sudaba y sus músculos e fortalecían. Después de casi una hora de ejercicio, un baño de agua fría, y un vaso de leche... pudo por fin nuestro amigo dormir.
Pero mientras lo hacía, la cápsula ascendía poco a poco hacia la superficie marina del planeta Ultramar.
...fin de la transmisión diaria.
La tormenta arrecia con las horas, parece como si el planeta entero se fuese a descomponer al choque de una de esas terribles olas que abaten mi nave.
Navego en un mar de dudas, de corrientes sin respuesta, de simas profundas y oscuras como el miedo.
Débil y a merced de las fuerzas naturales con las que no se pueden luchar, ando desorientado. De vez en cuando, un rayo, un relámpago ilumina la carlinga de mi cápsula. Otras veces, una montaña de agua de avecina sobre mi y el océano me engulle hasta miles de metros bajo la superficie. Allí, en la sólida oscuridad abisal, puedo encontrar la calma. Pero no es un lugar agradable para quedarse, en él habitan las perores criaturas de Poseidón, engendros deformes y amorfos sedientos de sentimientos.
Intento salir a la superficie, aun pareciendo el fin del mundo, es más seguro.
Parece como si el mismísimo rey del mar se estuviese acicalando las faldas al aire.
Los sistemas de orientación de la nave se hayan desconectados, las grandes descargas eléctricas inducen gigantes campos magnéticos que dañan cualquier circuito electrónico.
Yo no les temo a los rayo... estoy en una jaula de Faraday natural, no me pueden hacer daño.
Pero aun así, sabe que debe haber alguna manera de salir de este mar de las Dudas... tal vez, si soplase un viento especial, no turbulento...
...fin de la transmisión diaria.
Al otro lado del planeta Ultramar, Poseidón era periódicamente informado de todos los acontecimientos que le ocurrían a Rásselas en su trasiego por su reino. Cientos de pececillos hacían turno, para ser recibidos en audiencia frente al rey del mar y contarle todo lo que habían visto. La brisa marinera era la primera siempre en entrar moviendo las cortinas y los tapices de algas. Con una silbante danza explicaba todos los detalles de las últimas andanzas de nuestro amigo.
Poseidón, a cada noticia se ponía más y más pálido, echaba espuma marina por las orejas y su tridente centelleaba como lo hace el cielo al aproximarse una tormenta.
Con un atronador rugido encargó al viento del este que soplase con fuerza, y al las olas agitarse desesperadas, en poco tiempo... todo los océanos gritaban con la cólera de su rey y con la desesperanza de verse obligados a obedecer.
Muy lejos de ahí, Rásselas jugaba con una cometa aprovechando la brisa. Esta retozaba en el aire, dando graciosos giros de color a contraluz del sol.
Pero un estallido sonó en lontananza, una cresta se avecinó desde el horizonte barriéndolo todo.
Él se tuvo que refugiar en el interior de la cápsula navegante a esperar de que todo pasase.
Mientras, observó sus antiguos archivos de todas la transmisiones hasta el momento y su dio cuenta de un detalle. Alguien le había realizado un retrato, y al igual que él, lo había transmitido al universo virtual... la pena que los archivos estaban borrado y no podía saber quién era el autor para agradecérselo.
Sí alguien lee este texto y conoce al autor, por favor ayudarme a localizarlo... gracias.
...fin de la transmisión diaria.
En este viaje singular por el gran océano de Ultramar, Rásselas andaba nervioso por la situación. Había que tener en cuenta que se encontraba en el mismo planeta origen de Poseidón, el dios del mar. Y que su palacio se debía encontrar en algún lugar marcado por un punto cardinal.
Sabía que el encuentro con él sería realmente gramático, será un combate sin igual, utilizaría como armas una dialéctica imposible de palabras impronunciables.
La tarde avanzaba ya madurando el sol hacia su ocaso diario, dejando su marca roja como una promesa que dice que mañana renacerá otra vez. Pero el cielo era aun brillante cuando los scaners de la cápsula en la que viajaba detectaron un movimiento.
Miró las coordenadas de tal objeto y comprobó que se encontraba justo encima de su cabeza. Salió corriendo al exterior por la pequeña abertura de la escotilla.
Al mirar hacia arriba pudo observar como una raya brillante partía la bóveda celeste en dos mitades simétricas. Era una saeta de fuego que descendía a una velocidad vertiginosa.
Un meteorito Se dijo, y como era todo una novedad en esa quietud de los mares, puso en marcha los motores de la nave y navegó a máxima velocidad hacia el lugar donde había caído.
Se supone que el impacto del objeto sobre el mar, debería haber provocado una ola gigantesca, unas ondas enormes sobre la superficie marina. Pero nada de ello hubo.
No faltaba mucho para llegar al punto cero cuando se podía divisar una estrella flotante a pocos centímetros del agua.
Nuestro amigo, protegido por unas opacas gafas de sol, pudo acercase muy lentamente a esa pequeña estrella.
Como tal no era una estrella, sino una pequeña roca fragmentada, en un tiempo tal ves seria el vestigio de una antiquísima losa de proporciones enormes.
Con mucho nerviosismo, casi con miedo, con la mano temblorosa... Rásselas alzó el brazo y cogió el pequeño trocito de piedra. La sorpresa no tardó en llegar.
¡Un trozo de la Piedra Roseta!. Así era, trataba de un pedacito de la tan anhelada Piedra Roseta, en ella alberga todas las respuestas que serian capaces de traducir la existencia misma de nuestro amigo.
Tomo el pedazo con las manos y lo atrajo hacia si. En ese momento, él se puso a flotar y sobre el mar. Dentro de una burbuja fluorescente se encontraba él y un antiguo amigo, alguien que le repercutió en tal medida en su vida, que no podría concebirse así mismo sin tal suceso.
Hablaron, hablaron durante horas, sacando a aflorar antiguas heridas del pasado para cicatrizarlas... Esa conversación dio fuerzas a nuestro amigo para seguir adelante en su eterna búsqueda, en ese eterno viaje de sueños e ilusiones, eterno viaje de amores.
...fin de la transmisión diaria.
Los días pasan, y el astro solar aplastaba con sus rayos toda la superficie del planeta. El colosal océano mantenía una quietud similar a una sartén con aceite hirviendo.
Rásselas se mantenía en el interior de la cápsula con la escotilla abierta, protegido por la sombra, confiaba en que una suave brisa refrescara el ambiente.
El cansancio de no hacer nada le aturdía así que decidió enfrenarse al sol y salir a pescar.
Subido en el fuselaje de la pequeña nave lanzó el sedal de su kit de supervivencia, pensaba que no tendría mucha suerte, la verdad que jamás había pescado nada anteriormente. Pero sin embargo y para su sorpresa, cuando menos lo esperaba, un tenue tirón le avisó de la captura.
Gritó de alegría y pronto subió a bordo la captura.
Era un animalito rojo anaranjado muy parecido a una gamba de la tierra. Volvió a probar suerte y no tardó con conseguir un premio similar.
Pasaron las horas mientras Rásselas continuaba pescando exitosamente. Por fin, al medio día, pudo degustar los mil sabores de esas delicias marinas.
Comió y comió sin medida, pero curiosamente, no alcanzaba a satisfacer a su estómago.
Terminó por zamparse todas las gambas y no pudo dejar de sentir hambre. Abrió los pequeños cajones de la carlinga y sacó las barritas energéticas para en caso de emergencia usarlas. Con una, podría estar varios días sin probar nada, y se las comió todas.
Pero aun así, no pudo sentirse lleno. Y eso le desasosegaba, los nervios podían con él.
¿Por qué este hambre? dijo sin esperar escuchar respuesta.
Rásselas tenía hambre, no por que su estómago estuviese vacío, sino porque su corazón estaba lleno de aire.
Ya al anochecer, cuando el sol se ocultó en el horizonte dejando una herida abierta en el cielo, la cual cicatrizaría durante la noche, Rásselas sacó su cuaderno naranja y leyó.
Porque el amor, la belleza y la poesía es nuestra razón de ser de Walt Whitman.
A partir de entonces... solo comería poesía.
...fin de la transmisión diaria.
Poco a poco el planeta dejó de ser un puntito en el cielo convirtiéndose en una enorme bola azul marino. Y es precisamente de ese color por que cinco sextas partes de su superficie estaba cubiertas por agua, un agua cristalina y pura, profunda como las grandes fosas abismales de la Tierra.
La nave de los sueños se quedó en una orbita geoestacionaria y Rásselas descendió en una pequeña cápsula.
Por fin, iba a amerizar sobre el Planeta Ultramar, palacio mismo de Poseidón.
La gravedad era muy potente y atraía con fuerza a la pequeña nave. Su fuselaje ardía, se fundían sus placas cada kilómetro que descendía. Con violentas sacudidas la atmósfera intentaba aplastar la estructura como una bola de papel de aluminio.
Nuestro amigo, sujetaba con fuerza los mandos, mientras el enlace con la computadora de la nave nodriza intentaba corregir la trayectoria de entrada.
Saltaban chispas de las ventanas, el calor era asfixiante, los circuitos explotaban secuencialmente a cada minuto que pasaba.
Por un momento parecía que se iba a vaporizar en el cielo como una estrella fugaz en las noches de verano.
Pero el capitán de la Nave de los Sueños, no perdió la esperanza. Utilizó todos los recursos que tenía a su disposición, su pericia al mando, no pensó, uso su instinto, se dejó llevar por las corrientes de aire de la alta atmósfera y bajó por ellas como si de un colosal tobogán se tratase.
Por fin la calma, con un suave balanceo, la pequeña cápsula se precipitó al mar.
Tardó varios minutos antes de abrir la escotilla y salir al exterior. Se sentía desorientado, confuso por los golpes y remolinos en el aire. Pero cuando por fin la puerta se abrió como el cascarón de un huevo, eclosionando Rásselas de su embutido artilugio espacial, una bocanada de aire fresco hinchó sus pulmones insuflándole la vida que en el espacio no hay.
Un océano infinito y azul, radiante y centelleante. Rizado de pequeñas olas y altas nubes. El horizonte no tenía límites era inalcanzable como los confines mismos del universo. Un cosmos azul le invitaba a ser explorado.
Rásselas miró por la escotilla al interior de al nave... de ella, de la computadora surgió un mensaje: Bienvenido a Ultramar sonó con voz robótica.
...fin de la transmisión diaria.
De la tranquilidad del viaje, después de cruzar los universos de punta a punta. Por fin, de una manera improvista llegué a esa pequeña estrella amarilla en secuencia principal.
El análisis espectroscópico realizado por al computadora, mostraba un sistema protoplanetario con una alta densidad de materia orbitante.
Un estudio más avanzado y un acercamiento a la misma mostró que en esa nebulosa de polvo y roca existía un pequeño planeta.
La gran, computadora de abordo realizó los cálculos gussianos necesarios para entablar la trayectoria propicia.
Por fin, ese planeta deseado estaba ya no frente a una fría pantalla de ordenador, si no en una realidad palpable.
Los motores volvieron a rugir para aproximarme a ese enigmático astro.
...fin de la transmisión diaria.