En este viaje a los sueños polares... en este tránsito a ninguna parte, siempre hay sorpresas para poder disfrutar...
La Nave de los Sueños viajaba comandada por el piloto automático de la Gran Computadora de Abordo. Rásselas andaba descalzo por sus pasillos observándola desde el interior de esta. Tanto tiempo dentro de ella y tan desapercibida. Tal vez por el no para de aventuras vividas, por sus continuas salidas en la pequeña cápsula de exploración...tal vez... pueden ser muchas cosas, pero el caso es, que Rásselas había decidido explorarla sin dejar ni un recodo.
Se sorprendió al comprobar que muchos camarotes y salas estaban cerradas, ni tan siquiera la computadora era capaz de descifrar la secuencia alfanumérica capaz de abrirla.
-¿Qué extraño!-Se dijo nuestro amigo.-Es la primera vez que me encuentro con una puerta cerrada dentro de la nave.
Continuó su exploración por los recónditos pasillos de los niveles más profundos. Pero mientras él caminaba, el display de la puesta que había intentado abrir comenzó a producir un sonido electrónico y miles de números y letras comenzaron a escribirse de izquierda a derecha a una velocidad vertiginosa.
...fin de la transmisión diaria.