Historias Logarítmicas

Problemas en proa.

-Bueno, bueno, bueno… Rásselas, es un placer tenerte abordo como invitado de honor, - dijo el capitán levantando la copa de oro llena de vino a rebosar,- justo en vísperas de las grandes fiestas de los piratas, podrás participar de ellas con nosotros y junto a la tripulación de Éxito. ¡Salud hermanos!

Y todos bebieron. Nuestro amigo se quedó por un instante pensativo mirando la engalanada copa, cuando se dio cuenta se apresuró a beber antes de que se dieran cuenta de su duda.

-Bien, ¡que prosiga la fiesta!- digo el capitán al terminar de beber.

Todos como locos continuaron con la locura, con la fiesta inacabable. Mientras la nave se dirigía a un cinturón de asteroides pedido de las cartas de navegación. La Nave de los Sueños, seguía su rumbo en piloto automático, siempre a esperas y expectante de nuestro amigo.

Rásselas bailaba como uno más, golpeaba en el pecho a todos cada vez que se acababa un chupito de ron, gritaba y escupía… pero pensaba en lo que acababa de oir… se iba a encontrar otra vez con los piratas de la nave Éxito… se avecinaban problemas. Como aquel dia 7 de junio 2003,13:40

Tendría que estar atento.

…fin de la transmisión diaria.

La fiesta de los piratas.

Todos los piratas se quedaron callados, no había nadie que se atreviera a abrirla boca.
El silencio, metálico, pesado como una bala de cañón, incomodaba a Rásselas. Sentía incertidumbre por lo que podía pasar.

-¡Es un pirata!- Gritó el loro que llevaba el capitán al hombro. ¡Es un pirata, es un pirata! ¡ Que es mi barco mi tesoro, que es mi dios la libertad, mi ley, la fuerza y el viento, mi única patria, la mar…. Sí, ¡es un pirata!

Todos abrieron los ojos, casi se les caen de las cuencas, se miraron unos a otros sorprendidos.

-¡Pues claro! ¡Ja! Se le ve a siete leguas marinas, que lo es.- Dijo el capitán con un forzado tono, y cierto temblor en el. Mientras carraspeaba la garganta y miraba atentamente a los suyos con su único ojo para poder interpretar lo que ellos pensaban, bajaba por la rampa torpemente cojeando hasta la cubierta de la Nave de los Sueños.

Se abrazó a nuestro amigo y cogiéndolo por el hombro lo adelantó unos pasos para que toda la tripulación pudiese verlo bien.

-Aquí tenemos un nuevo compañero, un bravo pirata curtido en mi batallas- conforme iba hablando el capitán, este se deshacía de la luda y dejaba que su habilidad dialéctica hipnotizase una vez más a sus pobres bribones.- Seguro que habrá matado a decenas de personas, robado en cualquier planeta del sector doce, o habrá enterrado tesoros escondiendo el mapa en el buche seco de un calamar gigante. Sí camaradas, ¿no lo veis? Es un pirata, un verdadero pirata.- Se cayó un momento y miró fijamente el rostro de todos.- ¡Que corra el ron toda la noche!

Al decir esto, un grito de jubilo estalló en su nave, los marineros ya no tenían duda alguna, su capitán había hablado. Y si gastaba la reserva de ron que tenía guardada, para una ocasión como esta, no se podía equivocar.

Risas, bailes, danzas, cacareos, saltos, peleas… toda una fiesta, como solo los piratas entienden y hacen. En todo momento Rásselas no se separó de ese viejo de barba pelirroja y canosa, con una pata de palo, un garfio, a saber que le pasó para perder esa mano, y un loro en el hombro.

…fin de la transmisión diaria.

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La canción del pirata.

Habían lanzado los cabos atando un extremo a un ancla, esta al caer sobre la cubierta de la Nave de los Sueños se quedaron agarradas a la baranda del puente principal.

Desde la escotilla, Rásselas podía ver como un centenar de marinos, vestidos de forma dispar, de muchos colores, con trapos y casi harapos andrajosos; pero algunos iban muy elegantes, de época, otros eran alienígenas de otros mundos y algunos eran unos terribles androides.
Toda una horda sedienta de sangre y riqueza, dispuesta a cualquier cosa.
Esta gente, son como los tiburones, una vez que han olido la sangre se vuelven locos, inestables, frenéticos…

¿Qué podía hacer nuestro amigo?

Se quitó la camiseta, se la puso en la cabeza imitando a uno de ellos mientras salía corriendo hacia la cubierta, una vez allí, a toda voz, cantó:

José de Espronceda

Canción del pirata
Con diez cañones por banda,
viento en popa, a toda vela,
no corta el mar, sino vuela
un velero bergantín.
Bajel pirata que llaman,
por su bravura, el Temido,
en todo mar conocido
del uno al otro confín.

La luna en el mar rïela,
en la lona gime el viento,
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y ve el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
y allá a su frente Stambul:

«Navega, velero mío,
sin temor,
que ni enemigo navío
ni tormenta, ni bonanza
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor.

Veinte presas
hemos hecho
a despecho
del inglés,
y han rendido
sus pendones
cien naciones
a mis pies.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

Allá muevan feroz guerra
ciegos reyes
por un palmo más de tierra;
que yo aquí tengo por mío
cuanto abarca el mar bravío,
a quien nadie impuso leyes.

Y no hay playa,
sea cualquiera,
ni bandera
de esplendor,
que no sienta
mi derecho
y dé pecho
a mi valor.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

A la voz de «¡barco viene!»
es de ver
cómo vira y se previene
a todo trapo a escapar;
que yo soy el rey del mar,
y mi furia es de temer.

En las presas
yo divido
lo cogido
por igual;
sólo quiero
por riqueza
la belleza
sin rival.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

¡Sentenciado estoy a muerte!
Yo me río;
no me abandone la suerte,
y al mismo que me condena,
colgaré de alguna entena,
quizá en su propio navío.

Y si caigo,
¿qué es la vida?
Por perdida
ya la di,
cuando el yugo
del esclavo,
como un bravo,
sacudí.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

Son mi música mejor
aquilones,
el estrépito y temblor
de los cables sacudidos,
del negro mar los bramidos
y el rugir de mis cañones.

Y del trueno
al son violento,
y del viento
al rebramar,
yo me duermo
sosegado,
arrullado
por el mar.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.»

Los piratas se quedaron estupefactos, sin aliento, el único movimiento que eran capaces de hacer, era parpadear perplejos.

…fin de la transmisión diaria.

Por sorpresa.

Mientras Rásselas dormía, descansando ya después de pasar la noche vomitando palabras sobre hojas blancas, marcando surcos sobre el papel, desangrando tinta como una femoral partida.
Por fin después de todo el esfuerzo, duerme.

Toda la Nave de los Sueños, parecía que lo hacía igual que él, se mantenía bajo mínimos. Los pasillos, apenas iluminados por tenues luces rojas, daban impresión de una virtual noche espacial.

En la oscuridad del puente de mando, una pantalla se enciende por si sola, la Gran Computadora de abordo permanece expectante, siempre alerta para proteger su carga más preciada. Su pasajero, su capitán.

De pronto, un pitido ensordecedor hace estallar los tímpanos de nuestro amigo. Este salta de la cama y sale corriendo hacia el puente de mando.
Cuando llega hacia allí, se queda horrorizado, un galeón pirata de proporciones inimaginables, se ha lanzado al abordaje pillándolo por sorpresa.

…fin de la transmisión diaria.

Retomando las transmisiones.

Cuanto tiempo sin transmitir nada, cuanto tiempo de mutismo de silencio. Pero eso no significa que las aventuras hayan desaparecido en ese tiempo, nada más alejado de la realidad. Precisamente por eso mismo no he podido asistir a mi cita diaria frete a la Gran Computadora de Abordo para transmitir los informes diarios.
Estos últimos días han sido muy intensos, he necesitado reflexionar un poco y he vivido a su vez grandes experiencias.

La verdad que mirar al pasado, pero de reojo, porque hay que mirar siempre al frente, pero cuando se observa todo el camino andado, todo lo experimentado, me siento bien. Agradezco las experiencias tanto buenas como malas. Todas son necesarias, son como los ingredientes de un buen cocido, necesitamos muchas especias, que den sabor a un buen caldo.

Por eso no quiero eliminar ninguna, me quedo con todas. Sí, con todas. Gracias a esa decisión, de saborear el pasado pero viviendo el presente para avanzar al futuro me siento mejor, esta semana pasada estaba un poco nostálgico. Pero ya todo eso pasó, puedo continuar con mi viaje.

Al igual que a Ulises, no me será fácil encontrar mi ilusión como una pompa de jabón, tendré que luchar para ello. El tiempo, no debe ser mi preocupación, como lo es hasta ahora, no debe ser un impedimento, una obsesión, simplemente debo continuar. Este continuo ir hacia delante, siempre hacia delante, debe ser similar a cuando he subido las grandes montañas cuando vivía aun en la Tierra: El Naranjo de Bulnes, los Pirineas hasta la Reclusa, el Pico de Pedro Lopez… y tantos otros. Es sufrido, pero la recompensa será enorme.

Hoy todo está tranquilo en la nave, esta tiene programada el protocolo de búsqueda y rastreo de pi, espero llegar pronto a ese sistema, y creo que no tardaré en hacerlo.

La aventura es interminable.

…fin de la transmisión diaria.

Ensaje.

Rásselas permanecía en la proa mirando el pasar de la quilla sobre el entramado espacio-tiempo. El galeón de las ilusiones dejaba una estela multicolor de fantasía y nostalgia tras su paso.
Un sonido proveniente del interior del puente de mando sacó a nuestro amigo de sus pensamientos. Al dirigirse hacia allí, pudo comprobar que en la pantalla de la Gran Computadora de abordo parpadeaba un mensaje.

Rásselas no dudo, después de leerlo y reflexionar, decidió contestar inmediatamente.
Mensajes imágenes, como poder expresar las emociones con texto, con colores y con números, cuando un sentimiento no tiene ni forma de color. Un sentimiento se siente, se comparte. Rásselas se sentía vano por no poder expresar con precisión todo aquello que le atenazaba. Realmente, al escribir el texto, sentía miedo.

Comprobar que meses de sucesivos equívocos, de leer y mal interpretar, cuando sin saberlo era protagonista inconsciente. Fue una gran sorpresa para él.

Deberá hacer frente a su propia turbación. Y esto es tiempo no pude hacer nada.

Él sigue deseando encontrar su ilusión como una pompa de jabón, por ello, porque son esféricas, volátiles… debería encaminarse a algún sistema similar.

Por tanto puso rumbo a pi.

3.141592653589793238462643383279502884197169399375105820974944592

…fin de la transmisión diaria.

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Camino del corazón.

A Rásselas, lo que más le apetecía en este mudo era soñar. Por eso volaba en la “Nave de los Sueños”. Pero ya había aprendido un poco del planeta Recuerdo y no quería sentirse demasiado atrapado por lo intangible. Pero mantener la justa medida es complicado, por eso decidió dejar el timón solo y se acercó descalzo a proa.
Quería practicar aquello que ya lo había hecho en más de una ocasión, y aunque le haya llevado a puertos que se hubiera quedado en ellos por siempre, y aunque no pudo ser así, y aunque sufrió por todo ello… vuelve a practicarlo… es seguir el camino del corazón.

Porque si el combustible de su nave es la ternura, esta surge del corazón, y que mejor que tomar ese camino, buscando un corazón para hallar toda la ternura del universo concentrada.

Lo que desea más que nunca es que esta ternura, una vez encontrada, explote con un pálpito, como el chasquido de un beso.

Rásselas sigue en la proa, mira, no pasa nada. Nada.

…fin de la transmisión diaria.

Madriëndae.

Dio un salto y voló de la cama, la pantallita vede que había junto a la mesa de su camarote estaba parpadeando y zumbaba como un abejorro malhumorado.
Había recibido un mensaje de mando estelar, tenia que presentarse en el senado para representar el planeta Sueños.
“¿Cómo es posible?” se dijo. El no había ido nunca a ese planeta, que el recordara claro. Pero jamás había ido a un senado.
Pero como son las cosas, no hay lugar a dudas, en el monitor de la computadora venía bien claro, el próximo 19 y 20 debería presentarse en Madriëndae.

Realmente estaba sucediendo, ese agujero negro que todo lo tragaba se estaba cerrando, por fin las costras de las heridas pasadas se caerás y dejarán su mente y su alma predispuestas para nuevas emociones, y esta será una de ellas.

En toda la nave sonó la voz de Rásselas cantar.

…fin de la transmisión diaria.

Volviendo a navegar.

Rásselas volvía otra vez a navegar por los inmensos mares espaciales, por el basto universo sin límites. Otra vez más, descalzo, sobre la superficie de la cubierta, se dejaba mecer por el vaivén de las corrientes cuánticas. Se agarraba al timón y miraba con nostalgia como el planeta de los Recuerdos se convertía en un pequeño punto rojo casi oculto ya sobre un cielo, un puzzle de estrellas de colores.
Ha vivido tanto allí, pero es mejor así, dejarlo y continuar con su eterno viaje.
Se pregunta qué ocurrirá ahora, qué aventura nueva vivirá, no lo sabe, así es la vida, imprevisible.

Pronto su corazón palpita de emoción, pues puede elegir cualquier rumbo, y a él lo que más le apetece ahora es volar. Los motores de plasma rigen y nuestro amigo canta.

ESPUES
(Los Delincuentes)

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Después del humo negro
hay que ser valiente y despertar
y vivir, como vive la gente
hay que ser valiente amigo mio, tengo que volar
No, yo no puedo quedarme aqui
si tu quieres quédate tú, esta vida no es para mi
yo quiero vivir
con amor, con mi gente abajito del sol
con las olas y el amanecer
como un niño jugando otra vez
sin parar de correr después

Estoy embrujado y ladro como un perro
yo me siento un animal, la oscuridad me puede y me lleva
si me aburro miento, yo solito me abro las heridas
sin ideas yo retengo el destino de mi pobre vida
yo no quiero malos rencores, solo busco todas las salidas
libertad que me espera mas allá del sur

Te digo que no, que no puedo quedarme aqui
si tu quieres quedate tu, esta vida no es para mi
yo quiero vivir
con amor, con mi gente abajito del sol
con las olas y el amanecer
como un niño jugando otra vez
sin parar de correr, eeeee.............

Hace mucho tiempo que he acordao yo con el viento
con ls nubes de cielos azules, escuchar a la gente porque...
ya se sabe quien es malo, tiene al mundo aterrorizado
con la guerra y con los misiles, un potaje nunca lo ha probao
yo no se lo que me ha paso que me siento perdedor
yo te juro por mi... que tengo que segui

Yo te digo que no, que no puedo quedarme aqui
si tu quieres quedate tu, esta vida no es para mi
yo quiero vivir y comer jamón, olvidar para siempre el reloj
caminando hacia el atardecer
como un niño jugando otra vez
sin parar de correr, eeeeeeeeeeee

Después de un largo tiempo escondido
todo oscuro con hambre y muerto de frío
sin nada que hacer tan solo esperar
busco libertas, amigo mio tengo que volar.

…fin de la transmisión diaria.

Como mi ilusión.

Llegaron otra vez al Jardín de la Memoria, allí otra vez, los guerreros cortaron las puntas de los tiernos capullos abriéndose antes de tiempo la corola y los pétalos, dejando así escapar el polen multicolor al espacio. Este, como un rayo fantasmagórico, golpeó la estructura del destructor estelar Olvido, pero esta vez no contaba con las pantallas deflectoras, habían sido destruidas por la Nave de los Sueños.
Explosiones por doquier, nadie podía permanecer de pie en el interior de esa hojalata voladora, ni tan siquiera el capitán.
Intentaron virar para salir del alcance de ese polen letal, pero les fue imposible, estaban en el interior de una gran nube multicolor.
Así que, el capitán, obligado por la situación, tuvo que tomar una determinación desesperada. Dio orden de salir de allí como fuera, así que saltaron al hiperespacio.
El Olvido no fue destruido, pero si alejado.

Abajo, en la superficie del planeta de los Recuerdos hubo un grito de júbilo al unísono.
Todas las simpáticas criaturas salieron de sus refugios, de sus escondrijos, a saltar, a cantar, a reír.

El paisaje, maltrecho por el inmensa batalla se recuperaba a una velocidad vertiginosa, todo volvía a ser precioso, a estar inundado de colores vivos, a respirarse un aire puro.
Rásselas, allí, con los recuerdos se sentía feliz.
Y lo que son las cosas, estar en ese planeta, estar tan bien con los graciosos recuerdos, que olvidó porqué estaba allí, olvidó a donde tenia que ir, olvidó muchas cosas.
O más bien, no memorizaba, porque no había espacio para el presente, allí todo era hermoso, revivía muchas cosas, muchas situaciones maravillosas, pero era eso, re-vivir… no vivir.

Un día, estaba junto al gran lago, mirando las dos lunas, y vio como una de ellas se reflejaba en la cristalina agua, toda llena, toda esférica, brillante como su ilusión.
“¡Eso es!” se dijo… viajaba por todo el universo en pos de una ilusión, “¡mi ilusión como una pompa de jabón”!.

Se levantó si salió corriendo hacia la espesura del bosque, buscó desesperado con la consola de su brazo, hasta localizar entre arbustos, hongos, y moho… la Nave de los Sueños…

Volvería a viajar, dejaría el Planeta de los Recuerdos para volver a vivir. Volvería a ser Ese eterno viajero de sueños e ilusiones, eterno viajero de amores.

…fin de la transmisión diaria.