Mientras Rásselas dormía, descansando ya después de pasar la noche vomitando palabras sobre hojas blancas, marcando surcos sobre el papel, desangrando tinta como una femoral partida.
Por fin después de todo el esfuerzo, duerme.
Toda la Nave de los Sueños, parecía que lo hacía igual que él, se mantenía bajo mínimos. Los pasillos, apenas iluminados por tenues luces rojas, daban impresión de una virtual noche espacial.
En la oscuridad del puente de mando, una pantalla se enciende por si sola, la Gran Computadora de abordo permanece expectante, siempre alerta para proteger su carga más preciada. Su pasajero, su capitán.
De pronto, un pitido ensordecedor hace estallar los tímpanos de nuestro amigo. Este salta de la cama y sale corriendo hacia el puente de mando.
Cuando llega hacia allí, se queda horrorizado, un galeón pirata de proporciones inimaginables, se ha lanzado al abordaje pillándolo por sorpresa.
fin de la transmisión diaria.
Posted by eolovano at 22 de Noviembre 2005 a las 06:01 PM