Historias Logarítmicas

Idiota.

Poco a poco, le cielo fue pasando paulatinamente de un azabache profundo a un carmesí alegre y chillón.

El silencio, la quietud noctámbula se rompió con el crinar de los pájaros y los bostezos de Buba. Tanto alboroto despertó a nuestro amigo de su cálido suelo.

Mientras se desperezaban, Rásselas no dejaba de mirar al enorme Oso, no podía evitar sentir un poco de pena. Por un lado tenía lo que quería, vivía en el bosque, pero por otro se veía condenado a no elegir él la persona que quería ser. En este caso, el ser vivo que quería ser.

Continuaron su marcha siempre ascendente por la ladera de la montaña como si estuviesen buscando alcanzar el mismísimo cielo. Por fin, poco a poco los grande pinos se iban quedando a bajo y unos enormes claros vaticinaban la proximidad de los hielos imperecederos.

Después de un par de días de viaje, Rásselas aun no tenía claro el motivo de este, cual era su finalidad. Si tenía que buscar algo, lo lógico era saber que.

Y cuando la Luna se alzaba sobre sus coronillas, los dos amigos pisaron la primera capa de hielo. Allí cayeron desfallecidos.

Fue cuando escucharon una canción.

IDIOTA [He perdido los zapatos].
Nena Daconte.
Ya está ahí la Luna.
Que perra la vida y esta soledad.
No quisiera perderme tu tren
y saber lo que es malgastarte.
Podría coger cualquier autobús
con tal de un beso más
pero tengo pesado el hogar
y ya no puedo hacerlo igual.
Puede que mañana me quiera ir.
Y puede también que mañana sea
la vida
y que mañana, no exista mañana.
No soy una niña.
No soy ese duende.
No soy luchadora.
No soy tu camino.
No soy buena amante,
ni soy buena esposa.
No soy una flor,
ni un trozo de pan.
Sólo soy esa cara de idiota
Idiota por tener que recordar la última vez
que te pedí tu amor.
Idiota por colgar tus besos con un marco rojo
por si ya no vuelvo a verlos más.
Idiota por perderme por si acaso te marchabas ya,
y tirar tu confianza desde mi cama hasta esa ventana.
No ves qué fácil ha sido para mí
perderlo todo en un momento.
Por mi miedo a perder,(bis)
por mi miedo a no controlar tu vuelo.
No soy una niña.
No soy ese duende.
No soy luchadora.
No soy tu camino.
No soy buena amante,
ni soy buena esposa.
No soy una flor,
ni un trozo de pan.
solo soy
esa cara de idiota
idiota esa cara de idiota
no ves que facil a sido para mi
perderlo todo en un momento.

…fin de la transmisión diaria.

Sueño marinero.

Rásselas dormía a la orilla de un río, el sonido del agua le transportó en sueños a su añorada mar.

Traicionado por su memoria más profunda evocó un momento intento a la orilla de la playa… cerca de un astillero… a miles de millones de kilómetros de allí, cuando aun vivía en la Tierra.

Tan solo con una sístole y una diástole las dos notas fundamentales de la creación.
Me arrebataron de mi tierra, rasgaron mis ramas y despellejaron mi corteza.
Ahora soy un tronco mojado en la nada, buscando desesperadamente mis raíces.

Y tal vez, la suerte me de una nueva oportunidad, y el agua penetre en cada capilar, en cada cavidad reseca y haga sonar esas dos notas que haga surgir un nuevo solfeo, una nueva forma de interpretar la vida.

Y donde ahora no es más se quietud, mañana será aventura marinera, salitre, y amaneceres.

Y tú te contornearás moviéndote voluptuosamente como un alga, como una posidonia mecida por las corrientes submarinas.

Y será cuando todo se transforme en la cubierta de mi barco, en una zarzuela de caricias y susurros al son de la mar.

...fin de la transmisión diaria.

Ceguera.

Cuanto tiempo sin actualizar.

Ente las fiestas y los arreglos del servidor del fotolog, ha pasado mucho tiempo. Y en ese transcurso, muchas, muchísimas cosas me han pasado.

Debo de destacar lo bien que lo he pasado en las vacaciones de primavera, con los amigos y la familia. Esta vez no he viajado, quería reconciliarme con ellos, por mi ausencia durante meses por estar demasiado centrado en el festival de la canción scout.

Las fiestas las terminé con un susto.

El domingo pasado perdí la visión periférica. Era como mirar a través del aire caliente. Sí, como cuando la carretera esta caliente y se ve como se mueven los colores. Pues algo así. No podía ver formas, solo colores en movimiento como si estuviese sumergido en el agua.

Mis amigos se preocuparon y querían que fuera a urgencias, pero Águilas no es muy brillante en sus servicios sanitarios, así que no fui. Pensé que sería una simple bajada de tensión.

El caso es que el Lunes, dando un paseo por la playa, me volvió a ocurrir. Esto ya era preocupante. Así que me fui a Lorca, al hospital. Pasé toda la tarde y no me pudieron a tender porque no había oftalmólogo… me dieron cita para el martes. ¡Increíble!

El martes, después de unas pruebas los resultados fueron demoledores.

“Tienes la tensión ocular al límite, estas al borde de un glaucoma irreversible”

¡¡Madre mía!! La ceguera no esta en los planes de nadie.

Todos se volcaron en mi (muchas gracias, me sentí dentro del miedo arropado).

El caso es que el Jueves fui a una clínica privada en Denia y allí me volvieron a hacer otras pruebas… Todo estaba en orde. Mi tensión ocular no era 21 sino 16 (estupenda), el glaucoma lo descartaron en seguida, mi nervio óptico está perfectamente y la perdida de visión se trata de un espasmo ( como un calambre :-o )

Después del susto quiero agradecer a fimderil, laclon, inmica, aliku, ancamorosol, gambiteroo, yufera, mis hermanso y padres… por vuestros cuidados.

Por eso hoy subo la foto que le hice a mi sobrino… me sentí en el aire al borde de la oscuridad, entre los filamentos de un crepúsculo.

Tal vez me haya pasado como cuando pille neumonía, mis pulmones se desgastaron por tanto suspirar. Ahora mis ojos sufren por cruzarse disimuladamente con tus ojos marrón misterio.

...fin de la transmisión diaria.

Pequeño Bombata.

El caso es que cada ves se parecía más y más a un oso. Ya no solo en su actitud, imitándolos genialmente, sino en su forma.
Comenzó a crecerle el pelo, un pelo marrón oscuro, brillante y espeso, por todo el cuerpo. Los ojos se le oscurecieron, al igual que la nariz. Se le alargó hasta convertirse en un gracioso hocico.
Las uñas se le afilaron y dejó de hablar como las personas. Ahora gruñía, olfateaba, gemía y gritaba. Era un oso.

Su anciana madre, desesperada por no ver a si hijo desde hacia meses, corrió en auxilio pidiéndole a su venerada Selene que le ayudase.

Y sí lo hizo, pero de su ayuda surgió un pacto.
Durante el día, su hijo adoraría a la tierra y se llamaría Buba, la caer la noche… adoraría a la Luna y sería siempre el pequeño Bombata.

…fin de la transmisión diaria.

Bombata, la historia de un niño oso.

Era realmente sensacional, un prodigio.
Durante el día era Buba, un oso pardo gigante, lento, pesado… pero durante la noche, se transformaba en Bombata, un niño asilvestrado, con el pelo revuelto y largo hasta los tobillos. No se podía estar quieto, era muy curioso, todo lo tocaba, todo lo comía.

Rásselas y el niño en seguida hicieron amistad, los dos eran buscadores y a los se habían sentido influenciados, de una manera o de otra por la Luna.

Bombata, junto al fuego, mientras comía vorazmente un buen pedazo de carne adobada contó su historia.

Él fue un niño siempre avispado, siempre se iba de caza por el bosque. Nunca fue a la escuela porque la naturaleza le proporcionaba todo lo que necesitaba. No pasaba hambre, y tampoco pasaría, porque los árboles eran generosos y los animales abundantes.

De todo ese escenario natural, lo que más le llamaba la atención eran los osos. Él siempre los imitaba, observaba lo que hacía y aprendió a cazar salmones, a coger la miel más rica, a defenderse de los lobos y a dormir. Porque dormir, es todo un arte para esa especie.

Bombata cada vez, bajaba menos al pueblo y su madre, la anciana que vivía en el tronco de un enorme roble, cada vez añoraba más a su hijo.

…fin de la transmisión diaria.

Bombata.

El ascenso iba a resultar sorprendentemente penoso, pese a que Buba caminaba y Rásselas permanecía subido en su cabeza. Por un momento pensaba nuestro amigo, que caminaba subido a un elefante indú recorriendo el Ganges.

Pero como os he contado, nada más alejado de la realidad. El bosque era espero, de un verde tan intenso que casi se volvía negro. Las ramas le arañaban los brazos y la espalda, mientras, él agazapado, intentaba protegerse de las garras de la floresta.

Pasaron las horas y el Capitán de los Sueños se sentía desfallecer, había pasado todo el día sobre la cabeza de ese paquidermo sin posibilidad de beber agua o comer.

Pero por fin, cuando se hizo de noche y la luna azul risueña salió por el pico Kirigüí, el gran oso se detuvo en un claro. Rásselas pudo bajar al suelo, se sentía realmente mareado, como si hubiese estado todo el día en alta mar. Abrió su zurrón para comer algo y casi se le cayó al suelo al contemplar el prodigio.

Buba se alzó sobre sus dos patas traseras, parecía querer agarrar con el hocico a la luna, pero al darle con sus rayos sobre este, el gran oso se convirtió en un niño de larga melena.

- Hola, me llamo Bombata. Antes de nada debo cantar como cada noche a la luna.

Para que mi oración vuele,
y en un corazón germine

Para que los deseos livianos,
se conviertan en árboles.

Para que tu susurro,
haga levitar sentimientos.

Para que llegue a ti.
Delicada semilla
en mi memoria.

Rásselas.

…fin de la transmisión diaria.

¡¡Dame color primavera!!

Y el sol salió rodando por encima de la montaña Kirigüí, con la cara rojiza del dado el cansancio que le producía la empinada cuesta. Pero al llegar a la cima, tomó impulso y salió volando hacia lo más alto del cielo, Fue así como pudo recuperar el aliento y su color.

Los dedos del sol se introdujeron juguetones por un pliegue de las espesas cortinas dándole a Rásselas en la cara.

-Buenos días- Dijo una aterciopelada voz conseguida a base de los años-. Ya ha amanecido y debes emprender un viaje.

-Mi eterno viaje- Dijo nuestro amigo mientras se desperezaba.

-Sí, pero antes debes subir a la montaña Kirigüí. Buba mi oso pardo te llevará.

Rásselas se vistió con unos ropajes típicos de la gente del bosque, de la gente que habita ese bosque que ocupa toda la faz del planeta. Vestía una calzas marrones y un jersey largo cogido con un cinto.

Y cuando nuestro amigo se subió a la cabeza del oso que más que oso parecía un elefante en proporciones, y cuando vio ese sol en el cielo lapislázuli, giró la cabeza para mirar a la anciana y esta le sonrió.

foto de borissov
Fue cuando Rásselas no pudo retener las palabras que surgían de su boca como las palomitas de maíz en una cacerola.

¡¡Dame color primavera!!

Quiero que se derrame color,
abundancia en los corazones solitarios,
vida en las almas impávidas que nunca les falten nada.

Que la brisa fresca de la mañana,
que acaricia montañas y cereales,
roce también el suave vello de su cuello
y lo erice como lo hace el rayo en la hierba.

Porque el tiempo pasa llevándose las hojas de los árboles,
pero las raíces,
las raíces permanecen en su eterno abrazo al mundo.
Siempre creciendo,
siempre soñando.

¡¡Dame color primavera!!

Que quiero soñar con ellas,
correr descalzo por la orilla de la playa,
mientras el sol unge con su áurea luz a la mañana.

¡¡Dame amor primavera!!

...fin de la transmisión diaria.

A veves.

A veces abro los ojos y soy consciente por un instante de mi propia existencia. Existo, estoy aquí. Sin embargo, parece ser que no siempre fue así. ¿O sí?

A veces, me gustaría, en determinadas situaciones, hablar con todo el tacto del mundo.
Me gustaría ser un haz de luz que acaricie sin tocar, sin hacer daño, y continuar el camino.

Pero aun así, la luz puede quemar la piel y hacerla enrojecer.

Encontrar un punto medio en la nada es difícil si no existen puntos de referencia anteriores. ¿Dónde está el centro del universo? ¿Dónde medir el punto de equidistancia en todas direcciones, si se supone que no tiene límites?

Los puntos y finales nunca lo son del todo. Las historias terminan, pero quedan agradables recuerdos, retazos en nuestros pensamientos y nada más.
Y no es poco, porque al fin y al cabo, nosotros somos lo que recordamos que somos, son los ladrillos que componen nuestro yo.
Por eso nunca hay que olvidar, aunque siempre hay que andar hacia delante.

...fin de la transmision diaria.

Respuestas.

Rásselas seguía en la cama perplejo, anonadado, no podía salir de su asombro. Estaba claro que una mujer de esa condición no podía mentir, a demás si lo ojos son el espejo del alma, a esta señora se podía ver con perfección su interior. Ella decía la verdad.

-¿Cómo fue?

-Estas cosas suelen pasar, no es nada extraño. Normalmente se los corazones se roban cuando andamos durmiendo. Una mañana nos despertamos y ya no lo tenemos.- La señora hablaba con toda naturalidad, como si el tema no fuese para preocuparse.- Ahora debes relajarte, mañana estarás mejor. Podrás salir de la casa y andar hacia el valle, seguro que allí encontrarás respuestas.

-Estoy muy aturdido, la verdad que muchas cosas me han robado por lo visto: mi corazón y también el mes de abril. No creo que los vuelva a recuperar, de echo, tengo la sensación de que ya no son míos, que si algún día los recuperase, tal vez no los pueda reconocer como algo que salió de mi.

-No pienses demasiado, duerme hasta que amanezca, será cuando puedas preguntar y tendrás que estar preparado para las respuestas.

… fin de la transmisión diaria.