Por fin la nave se pone en marcha, los motores de proa disparan dos fogonazos de plasma desplazando los setenta y cinco millones de toneladas por el espacio.
Rásselas movía el timón con soltura e ilusión, hacia tiempo ya que no lo hacia de sea forma.
Pasado unas horas de viaje se dio cuenta de un extraño brillo a no más de varios miles de kilómetros. Por saciar la incipiente necesidad de saber de qué se trataba, giró en esa dirección.
A primera vista podría tratarse de una nebulosa, pero no, esta vez no se trataba de eso
el cosmos de difuminaba, se degradaba como los colores de una acuarela
del oscuro espacio a la claridad lechosa de la nada
de lo desconocido.
La nave mantuvo su trayectoria y se introdujo en ese lugar
todo estaba blanco, no se podía apreciar nada
al rato, cuando los ojos se le acostumbraron, pudo ver como él, junto a su embarcación atravesaban un pasillo de dimensiones titánicas, cuyas paredes se encontraban forradas de relojes.
Relojes de todas las épocas, tamaños, colores
de arena, de péndulo, de cuco, digitales
relojes. Miles de millones de ellos, marcando miles de millones de horas distintas. Algunos contaban con 12 horas en su esfera, otros con 24 otros con 72
El galeón de nuestro amigo se detuvo ante un atril, parecido a los que usan un director de orquesta, en el se encontraba un extraño individuo que daba cuerda a un reloj.
- ¡Hola Rásselas!, permíteme que me presente, soy el Relojero.
- ¿El Relojero?-Dijo confundido y asustado.
- Sí, me encargo de dar cuerda a los relojes, de mantenerlos en buen estado
pero sois vosotros los que los movéis.
- ¡Vaya!¿Y se puede saber como?
- Mira Rásselas, debes mirar y ver
pero ver de verdad- Señaló en la mano hacia al frente donde todo estaba blanco.
Al principio no veía nada
dejó su mente en blanco y observó. Sí ya veía, las estrellas, los planetas, los cometas
La tierra (¡Que distante estaba!) pero todas esas imágenes estaban formadas por unos pequeños puntitos
Y esos puntos eran engranajes.
-Sí Rásselas, ¿lo ves? El universo es como un gran reloj, todo esta unido, todo esta conexionado, todo. Hasta tu vida se mueve como el giro de miles de engranajes. Tu decides la velocidad, cuales usar cuales eliminar
Si estas aquí no es por casualidad, es por que tu reloj se ha movido intensamente este año, las cuerdas casi se deshacen, casi se rompe todo
¿qué pasó? Yo desde aquí te ayude, ¿Quieres que lo siga haciendo?¿Quieres continuar con tu singladura?
-¡Sí! Por supuesto- Dijo Rásselas convencido- Este año desperté de mi letargo, un sueño de 25 años a lo largo del cosmos
me embarqué por un motivo, por una ilusión y puedo decir que a lo largo de este año he podido comprobar como el sueño se transforma en real. Las metas que me planteé en Valencia se están cumpliendo, me siento parte de un grupo, vivo cerca de mis hermanos, tengo más confianza con mis padres, viajo
y tengo un buen trabajo.
Este año, he vivido, me he hecho, me han hecho
hay que vivirse como dice Jose Luis Sanpedro.
Desde Ros
he tardado en sentir algo especial por alguien. Este año mis sueños, mi vida, giraba alrededor de una sola perdona Ma
No hubo reciprocidad, no hizo falta decir nada. Si no hay chispa, no se enciende la mecha, no hay explosión. Porque el amor es como una explosión, como un cortocircuito, como un terremoto que trastoca toda tu vida.
Pero estoy feliz, porque la experiencia sirvió para perder el miedo, para estar dispuesto a volver a caer en la misma piedra.
Este año, ha sido muy bueno
Espero que a todas las personas que lean esta transmisión, enviada al espacio como si de una botella con mensaje se tratase sean muy felices. Y que vivan tan intensamente como lo he hecho yo este 2003.
Feliz año nuevo 2004
Todo esta frío en la nave galeón, congelado aletargado. Rásselas ha tenido serios problemas de transmisión. Su antena, fuertemente dañada impedía comunicar con el resto de mundos.
Las computadoras se hayan desconectadas, las luces apagadas
todo a oscuras, levemente iluminado por unos leds rojos en el suelo.
El galeón, se ha convertido en un gran cristal de hielo flotando a la deriva, si Rásselas no puede transmitir
no tiene sentido superar las mil pruebas, no sirve de nada que encuentre sus mundos perdidos
sin transmisiones, la nave se congela se enfría, marchita y muere. Y en su centro, yace nuestro amigo flotando erguido. Parece dormido, pero se encuentra extasiado en un interminable sueño. Ahora no es más que una roca en invierno, un carámbano de quebradizo cristal.
Y de esa quietud cósmica, surgió un tremendo ruido, el tañido de una campana que resquebrajó todo el hielo que inmovilizaba a la nave. Ese sonido era el latido de su corazón que tomó fuerza y se convirtió en rugido.
Rásselas abrió los ojos y respiró profundamente.
Al descender y tomar contacto con el metálico suelo de la enorme sala volvió, una vez más a pronunciar su letanía que se ha convertido en toda una oración.
Soy eterno viajero de sueños e ilusiones.
Soy eterno viajero de amores.
Cruzaré los mares en mi barco pirata
con los cañones acenagados
y mi bandera será blanca.
Dominaré los aires como un pájaro
desprendiendo de mi cuerpo
blancas y multicolores plumas de amor y paz.
Cabalgaré por valles y montañas a lomos de mi Gitana
Sin dejar más señal para el retorno
que la sonrisa y la amabilidad.
Escucharé historias escalofriantes de viejos.
Contaré historias inventadas
a preciosos niños dulces y traviesos;
y amaré tierna y locamente
a la mujer que merezca del amor puro
de aquel dulce vagabundo.
EXTRECHINATO Y TU
Cogió fuertemente el timón y marcó un nuevo rumbo, una nueva aventura.
Mi moral es similar a la curva de una senoide, f(x)=sen(x), representada en un sistema cartesiano de dos dimensiones x e y. No me gusta, pues cuando alcanzo el valor máximo de y, o sea de moral, este desciende en función de x, el tiempo.
Pero esta noche ha sido más bien la curva de la arcotangente, f(x)=arctang(x)... los valores de moral, felicidad alcanzan niveles próximos a infinito pero de igual manera y en tan solo un dx este cae estrepitosamente hasta cero, o incluso valores negativos.
Me gustaría ser como la curva del logaritmo neperiano, f(x)=Ln(x) de siempre crecimiento. O mejor aun la de la inversa del logaritmo... la exponencial de un crecimiento con tendencia a infinito.
Pero si esto es así... cuando me encontrare con mi x=0 para que y sea 1... ese punto infinitesimal pero que a partir de él... todos los valores de la función f(x) siempre serán positivos.
Busco los puntos positivos de mi tabla.
Al amanecer, cogió Rásselas apresuradamente lápiz y papel para escribir un texto. Lo introdujo en una antigua botella de ron y lo lanzó a la calmada llanura blanca.
Al impactar esta, el hielo comenzó a derretirse, millones de hectómetros cúbicos iban inundando el planeta como si de un gran terremoto global se tratase.
Rásselas corría hacia la nave. Sabía que el planeta de los sentidos era engañoso tal vez todo era un espejismo más. Pero a Poseidón se llega por medio acuático ahí tiene su mensaje, y Rásselas su descanso.
Devoradora de sentimientos.
Maldita maldición Poseidónica
Que me persigue.
Que me hace arrodillarme
Y humillarme ente mis propios ojos.
Corte de pelo,
Calvo, ciego como Sansón ante los filisteos.
Pero ante las columnas del templo
Invoco a Dios.
Quiero escapar;
Salir corriendo con la onda en mis manos
Y derrotar por fin a ese Goliat
Que soy yo mismo.
Desnudo, frío, inmóvil,
Veo el reflejo de mi rostro en los charcos
que han producido mis lágrimas.
En esta odisea, que muero mas veces que la tripulación del Magallanes
En esta búsqueda, que debe cruzar miles de millones de galaxias.
Pido una tregua,
Un minuto nada más.
Para pedir perdón por todos mis pecados,
Por todos mis errores.
Y volver a empezar.
Empezar sí,
Pero con la ilusión renovada.
Empezar sí,
Pero para ir en tu búsqueda
Mi Ítaca.
Esta noche pasada he vuelto a tener un sueño.
Estaba pescando en la orilla de una playa; los pies hundidos en el agua los sentía fríos, sin pulso. Lanzaba una y otra vez el cebo intentando capturar alguna pieza, pero cada vez que sacaba el sedal del agua este siempre se hallaba vacío.
Me impactó lo oscura y estrellada que era la noche, fría como ninguna y podía escuchar el rugido del mar entre las rocas próximas. Fantasmagórica parecía la alfombra de espuma blanca que se formaba con cada envestida del mar.
Pero este solo estaba furioso en la orilla, pues mar adentro era todo calma. Y de esa calma; contagiado el cielo también al contacto con el horizonte, en esa línea se tocan las dos pieles del mundo, apareció una línea brillante. No era un rayo, no era un cometa, era una estrella furtiva y desorientada que caía cerca de mi, en el mar.
No hizo ruido su impacto, pero si el latido de mi corazón al verlo. Cogí con fuerza la caña y lance el sedal todo lo fuerte que podía. El carrete giraba y giraba sin detenerse hasta alcanzar su objetivo. Fue entonces cuando me dispuse a recogerlo son maestría y seguridad. Pesaba mucho y me dolía los brazos al luchar contra el oleaje, contra el resorte que se había convertido mi caña. Y por fin lo saque.
Pude ver un cuerpo blanco a solo un par de metros de mi, zarandeado por las olas. No lo dudé, me lancé al mar para rescatarlo y al depositarlo en la arena limpié con delicadeza su rostro de arena y pelo. Este resplandeció a la luz de las estrellas pues tanta belleza solo podía emitir luz y calor. Calor es lo que yo sentía y presión en mi pecho, y dije.
-Sirena mía por fin te he pescado.
Ella abrió los ojos y dijo:-¿quién pescó a quién?- miré hacia abajo y vi un anzuelo enganchado en el cuello de mi camisa.
¿Quién pescará a quién?
La idea fue más que de Isabel de Peader. A cada examen, sentía que algo terminaba. Una etapa de su vida había concluido y, por primera vez, no deseaba volver a la isla, ni ver llegar el ferry cargado de los estudiantes de verano, ni oír sonar en la playa su irlandés torpe e infantil. Deseaba que empezara para ella una vida nueva, y se aferró a Peader OLuing, muy poco apto para salvador. (El amor, hubiera podido decirle su madre, es en buena parte imaginación, y su red se teje tanto en las noches oscuras y solitarias de la añoranza como en las horas compartidas. [ ]).
Como me suena esto, sueños, conversaciones ilusorias navego en un mar de la tranquilidad lunar. Cubierto por una niebla de imágenes nebulares que confunden mis sentidos. ¿Cómo puedo salir de aquí?
Hay varios lugares, varios paisajes que me inspiran adaptándose como la cerámica de un mosaico a mi estado emocional.
Si mi refugio es la escollera del puerto, si mi guía es el faro... Cabo Cope, sin lugar a dudas, es mi templo. Mi oráculo.
Una montaña incrustada en el el mar, palpitante a cada paso, de aromas de visiones. Sólo hay que estar atento y dejarle hablar.
Es un lugar que ya en la prehistoria evocaba respeto y reflexión. Aquí vengo yo a poner orden a mis ideas, a seleccionar entre todas una opción.
Pero hoy simplemente voy a relajarme, recrearme con el paisaje; ser envuelto de fragancias, insectos y raíces... Hoy quiero yo convertirme también en montaña con los cimientos en el mar. Notar la caricia del viento, la ternura del tímido sol de invierno.
Que mi corazón lata al son de las olas y mi sangre fluya con la marea. Hoy quiero yo también detener el tiempo para guardar esta visión en mi recuerdo.
Tu Cabo Cope, mi templo.
Cuando me encuentro atenazado por algo, cuando no hallo respuestas o cuando estoy disfrutando de una felicidad extrema... suelo escribirlo. Tengo una bitácora en papel desde 1.998, no escribo a diario, no, solamente cuando es necesario plasmar algo para el recuerdo: una canción, una poesía, una frase escuchada en boca deun amigo... ayer escribí algo.
Aprendiendo a elegir
¡Qué difícil es elegir bien! Afino la expresión:¡Qué difícil es saber lo que realmente se quiere para elegir bien!
Y es que la vida esta llena de elecciones, de decisiones. Desde el mismo momento en el que ponemos los pies en el suelo: ¿con el izquierdo?, ¿con el derecho?; ¿café o cereales?; le digo que sí o que no?; ¿baño o ducha?... Todo el día de pequeñas opciones que realizamos de una manera intuitiva, automatizada por nuestra personalidad, carácter, nuestro sentir, nuestro yo.
[INCISO: Me han puesto una cerveza caliente...¡agggg!]
Pero hay momentos en el que nos vemos obligados a romper ese rutilante ciclo y pensar bien qué vamos a hacer. Y lo vemos todo muy complicado, un rompecabezas sin solución o con miles de posibilidades.
Pensamos, deducimos, consultamos... incluso nos aparece una cierta vena astral y con un aire de echadora de cartas televisiva vaticinamos el posible futuro.
Y así, sucesivamente, andamos en círculos; porque si saliéramos de ese plano a otro más elevado, desde una perspectiva más elevada variamos que lo que nos ocurre no es que sea una decisión complicada. La dificultad radica en conocer cuales son muestras aspiraciones, nuestros planes de futuro.
Hay que tener un plan, una visión de nuestro yo lejano en el tiempo para, con cada decisión, caminar hacia él. [...]
Quiero ser feliz, vivir bien, rodeado de amigos. Soy muy ambicioso... pero mi ambición radica en la amistad, en la familia, en el amor... No en el éxito profesional, económico, popular. (Supongo que como al común de los mortales)
Digo esto porque debo decidir... y para ya. Si rechazo o no la oferta de irme a vivir a un piso estupendo con las personas que me apetece.
Cuando me enfrenté a Ellla la Entropía estaba seguro... ahora no lo veo tan claro por el perjuicio que puedo causar a mis compañeros de estación.
En este caso mi objetivo no lo veo, pero creo que el fin no justifica los medios. Caiga quien caiga no.
2h después rechacé la oferta, sigo viviendo en el mismo lugar.
Fin de la transmisión.
Escribo esto recién llegado de mi planeta refugio, si ese que cuenta con puerto que me protege y faro que me guía, sí ese que me proporcionó una brújula para no perderme
Cada vez se me hace más difícil dejarlo para reemprender la vuelta a Ilicitania. Pero debo hacer un esfuerzo para continuar. El billete de ida y vuelta no es para mañana ni pasado es para dentro de dios sabe los años.
El caso es que navegaba yo en mi nave, en la oscuridad de la noche estelar cuando me sorprendió una estrella fugaz que partió el cielo en dos mitades perfectas, simétricas.
Entonces lloré. Sí lo hice, y aunque no humedecí me cara si lo hizo mi alma. Tal vez estos sean los llantos mas amargos, los que deseas hacerlo, necesitas hacerlo y no puedes acumulas la presión como una caldera a punto de explotar, pero nunca ocurre. Y notas como un líquido amargo y espeso recorre la garganta.
Durante todo el viaje pude contar unas quince estrellas fugaces, toda una lluvia. El cielo rasgado me proporcionaba la oportunidad de escoge mi deseo pero por mas estrellas que veía yo me mantenía fiel a mi primer deseo, no cambiaba. Y lloraba porque sabia que es inalcanzable, imposible; es una asíntota cuya función personal no puede atravesar.
Por eso lo hacía, porque, esta noche el universo entero ha confabulado para alcanzar mi sueño y yo me veo incapaz de alcanzarlo.
Solo pido un abrazo o mejor: Cuatro abrazos al día para sobrevivir, ocho para mantenerme y doce para crecer... ¿Es acaso demasiado pedir?
Quiero deshacerme de lo material, quiero prescindir de la palabra y hablar con el latido. Volverme sordo, porque solamente quiero escuchar un suspiro y notar como el vello del cuello se eriza al suave contacto de tu pelo.
Tal vez esta navidad me levante una mañana y encuentre al lado de mis zapatos una red de sueños. Con ella saldré todas la noches a cazar las estrellas y las juntaré en una gran cesta. Así, cuando tenga muchas, cambiaré todos los deseos que deberían darme por uno solo, por un abrazo.
Un abrazo.