Historias Logarítmicas

Transporte público y deducciones

Estoy muy cansado, este mensaje lo transmitiré mañana al medio día desde mi planeta refugio; sí, ese que cuenta con un puerto que me protege y un faro que me guía.
Escribo desde una terminal portátil dentro de una nave transporte de personal.
Esta noche dormiré en Murcia-murcindäe en casa de unos miembros de mi tripulación.

En mi incesante ir y venir por el universo, en mi interminable trasiego en busca de cósmica, me he dado cuenta de muchas cosas. Es una ruta de aprendizaje, de continuo aprender.

En un principio, inicié la exploración del universo por medio de la Nave Corílea. Viajaba solo, me sentía solo.
He vivido miles de aventuras desde la fecha. Pero hoy me doy cuenta que me acompaña mucha gente en mi odisea.
He oído muchas veces que dos soledades no son una gran soledad. Pues bien, esta noche, camino de Murcia-murcindäe, mecesito creer en esto más que nunca.

Las cosas en V4L3nC14 se me han puesto difíciles, ya no temo los círculos, pero la rotura de mi nave, la noticia que debo permanecer allí más de lo que imaginaba… merman mis fuerzas.

Lo he dicho muchas veces, desde el 95 llevo de un lado para otro, si que viajo mucho, que veo gentes nuevas, que cada vez es una nueva oportunidad.
Pero me apetece permanecer por fin en un sitio. Sí, quiero pertenecer, decir de donde soy, en donde vivo con entera seguridad. Y tal vez busque precisamente eso, seguridad y estabilidad, matices que escasean en mi en los últimos años.

Me he enfrentado a Poseidón. Después de comerme la flor de ese almendro, tuve la fuerza y el coraje de hacerlo. En realidad no fue más que un combate conmigo mismo para convencerme que todo es posible (al menos todo lo que yo deseo, y no deseo nada fuera de las capacidades del común de los mortales).
Pero en estas dos últimas semanas, siento que me he galvanizado, he ofuscado mi verdadero sentir por el miedo en recaer en la perenne melancolía. Y esta noche, de planeta en planeta, de estrella en estrella, viendo los cometas pasar, sintiendo el universo palpitante en mi pecho. Vuelve a florecer la melancolía.

Espero que sea pasajera y la visión de mis amigos y hermanos reanime mis ansias de continuar con la búsqueda, los mis mundos perdidos, el planeta jamás pisado por mi: aMarte.

…Fin de la transmisión diaria.
[Archivando datos en la consola portátil camino de Murcia-murcindäe; 22:19]