Esta sensación es una deflagración bajo el mar. Primero se expande a gran velocidad con una onda expansiva de burbujas minúsculas y veloces. Después implosiona por el peso de toneladas de agua. Un rayo fugaz que parte el océano y después el silencio. El silencio de las simas abisales y oscuras, imperturbables.
Así a veces las sensaciones, los sentimientos nos tratan. Nos hacen sentir livianos y despreocupados, y en poco tiempo se vuelven contra nosotros aplastando ilusiones y sueños.
Son las leyes fundamentales de la tectónica de placas sin duda los latidos que abaten nuestro cerebro.
De ahí radica la dificultad de sobrevivir a tan extraordinaria detonación, porque su explosivo es sin duda la pasión más concentrada, macerada en el interior del alma a mucha presión, la presión de la inexperiencia o el no saber qué hacer, esperando la oportunidad de salir a conquistar el aire con abrazos.
Siento que el día en que explote tanta acción retenida, el universo se quedará pequeño para albergar tanto sentir en movimiento.
Ya os digo, sobrevivir a una gran explosión bajo el mar es difícil, me queda respirar, ser paciente y recuperarme.
fin de la transmisión diaria.
Posted by eolovano at 21 de Junio 2007 a las 12:28 AM