Mis ojos resecos,
Y mi corazón de sílice
Reclaman tu presencia
Como el aullido nocturno de un lobo estepario ante la luna.
Y trazaría un mapa del universo con las líneas de tu nombre.
Y lo repetiría una y mil veces hasta que las estrellas se avergonzasen
De su opacidad ante su mirada.
Hasta que los navegantes no tuvieran más remedio que prescindir de la Polar
Y seguir tu rastro, tu estela en el cielo como un deseo fugaz en lo alto.
Contemplo que soy
Un recreo de recuerdos.
...fin de la transmisión diaria.