29 de Junio 2006

Silencio roto.

Estuvo muchos días durmiendo, no sabría decir cuanto tiempo transcurrió. Una mañana, el krook se acercó después de pastar en una pradera próxima y comenzó a darle golpes con el hocico en la espalda. Como Rásselas no se despertaba, el enorme reptil con forma de paquidermo, le cogió la camisa por el cuello y lo arrastró hasta el agua.
El cuerpo de nuestro amigo se hundió como un plomo. Pero tan solo bastaron unos segundos para despertarse súbitamente.

Comprendió en seguida todo lo que había ocurrido, todo fue un fue un sueño, un espejismo en su imaginación, nada intangible, ni probable.

Recogió sus cosas y subido en el krook continuó su marcha.

No tardó con notar como la quietud del bosque se veía profanada por el sonido de una cascada próxima. Aun así, su afinado olfato pudo notar que además de agua dulce, en el aire se podía respirar el inconfundible aroma de la mar.

Esto alivió la pesadumbre de nuestro amigo, el saber que la mar estaba cerca siempre era motivo de alegría.

Aun así, se sentía inquieto, pues notaba como las aves, los animales, huían despavoridos mucho antes de que ellos se les acercasen. Era como si alguien o algo le precediera.

Pero ¿Quien o qué?

…fin de la transmisión diaria.

Posted by eolovano at 29 de Junio 2006 a las 06:20 PM
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