La Nave de los Sueños salió disparada en la punta de la flecha de Sagitario.
Ahora Rásselas había vuelto a la realidad de un viaje ilusorio. Fue como el transcurso de una explosión, dura un instante, pero se recuerda a cámara lenta.
Ahora a una velocidad muy superior a la de la luz, debía decidir inmediatamente cual sería su próximo destino.
Después de la peregrinación con la Ballena comedora de nebulosas, y el viaje con sus hijitas hasta la constelación de Sagitario tenía que retomar su búsqueda de su ilusión como una pompa de jabón.
Algo tan delicado, tan hermoso
que basta con el roce de una mirada para desaparecer.
Pero nuestro amigo, estaba absolutamente convencido de que llegado el momento, podría abrazar a su delicada ilusión gracias a la ternura y a la pasión.
fin de la transmisión diaria.
Posted by eolovano at 15 de Marzo 2006 a las 05:42 PM