Dar de comer a tantas ballenitas es una tarea muy ardua, menos mal que después les canto una nana y se duermen.
Son tan ricas velas ahí, flotando con sus ojitos cerrados y sus bocas sonrientes Seguro que tendrán unos sueños agradables.
Yo mientras les canto.
"¿Señora Santa Ana:
por quién llora el niño?
Por una manzana,
que se le ha perdido.
La cuatro esquinitas
que tienen su lecho
son cuatro angelitos,
que velan su sueño.
Ea, ea, ea,
ea, era, ya.
Ea, ea, ea,
ea, ea, yaaaaaaaaaa......"
Me gustaría ser algún día padre.
fin de la transmisión diaria.