Flotaba el cuerpo inerte de Rásselas por los vestigios de una antigua estrella extinta... detonada por el intenso latir de dos corazones.
Rásselas, después de años de viaje, se muere. El cristal de la escafandra se encontraba todo... un gran golpe en el pecho le paralizó.
Pero de ese oscuro amasijo de escombros flotantes... una estrellita tintineante se movía dando graciosos saltos entre hierro y chapa... Danzaba, dejando tras de si, una graciosa estela de purpurina blanca.
Ínmica, el hada del las palabras se acercó al cuerpo de nuestro amigo. Se posó sobre su casco y comenzó ha hablarle. Mientras, sacó de su bolso un tubito de pegamento extrarápido y comenzó a pegar trocitos de corazón como si de un puzzle se tratase.
Cada pedazo que conseguía pegar, este daba un latido, una ilusión. Revoloteaba en una nube de incienso recolectando pedacitos. Hasta que los tuvo todos.
Por fin, Rásselas podía despertar de este precioso sueño que solamente duró una semana.
Ahora debe continuar con su eterno viaje de sueños e ilusiones, eterno viaje de amores.
Gracias, Ínmica por escucharme ayer tarde.
...fin de la transmisión diaria.
Posted by eolovano at 12 de Abril 2005 a las 05:20 PMPrecioso concepto el de este blog que acabo de descubrir. Ensueño a raudales en los textos y originalidad en la concepción del mundo. Te seguiré leyendo en adelante.
Un saludo.
Lo siento, no me habia enterado y te he dejado un post en el fotolog que no viene al caso, bueno , en parte sí. Quedate con lo mejor de esta semana y no pienses en que se acabo,quedate con lo bueno, que vendran mas semanas asi, eso seguro.
Muchos besillos y ole por mi Tocalla Inmica que estaba ahi a tu lao escuchando.
Muchas gracias a los dos.
Me hace seguir adelante.
Un abrazo.
Posted by: rásselas on 14 de Abril 2005 a las 10:05 AM