La noche sólida mantenía las manillas de los relojes quietas, los números luminescentes de los despertadores digitales parpadeantes. No había ruido, no hacía viento.
Rásselas permanecía solo en la estación de Murcia-murcinadäe, cuando decidió llamar a Yúfera.
Mientras conversaban, saló a pasear por el jardín trasero a contemplar el cielo. Todo estaba en calma, en demasiada calma.
Hablaron un buen rato, hasta que se escuchó unos ruidos a su espalda. Rásselas se puso nervioso, su amigo dijo que colgase, pero no lo hizo porque tenía miedo.
Miró por encima de los cipreses y no vio a nadie. Sería mi imaginación se dijo.
Volvió a meterse en la casa, y justo al sentarse en el sofá, un gran golpe en la pared trasera hizo temblar todo.
Nuestro amigo, apretó los dientes, cerró los puños... y salió corriendo al jardín para averiguar que había sucedido.
No fue ningún ladrón, como el se había figurado, y no fue un golpe en la pared... una nave que volaba a baja altura salto la barrera del sonido.
Después de esto, la noche continuó cristalizada y Rásselas se fue a navegar por el mundo de los sueños.
...fin de la trasmisión diaria.
Posted by eolovano at 23 de Febrero 2005 a las 05:54 PMHola???
Posted by: rásselas on 28 de Febrero 2005 a las 04:01 PM