Hoy por la tarde he ido perdido por las callejuelas de mi pueblo, allá en mi planeta refugio. Sí ese que cuenta con un puerto que me protege y un faro que me guía.
Estaba perdido por la misión que debía realizar.
Esta noche nos juntaremos toda la tripulación, es ya una tradición el jugar al amigo invisible por estas fechas.
No suelo hacer regalos por hacerlos
lo he comentado aquí me más de una ocasión. Si regalo algo es por que lo siento, por que ese objeto me recuerda a esa persona, o al suscitado el desempolvar un recuerdo de antaño.
Muy perdido estaba, sí
Elénica me dijo donde podría encontrar gran variedad de cosas fantásticas e interesantes. Así que después de estar dando tumbos de un lado para otro fui a donde me habían aconsejado.
Realmente estaba repleto de objetos, grandes, pequeños
. Modernos, arcaicos
¿Pero como elegir uno sin traicionar mis ideales? Sencillamente, entre tal cantidad y variedad, me dejé llevar. Tenía todo el tiempo del mundo por delante, no tenía nada de prisa. Así que comencé a revisarlo todo, a tocarlo todo
abría cajas d madera para ver su interior, álbumes de fotos, cristalillos para las mesas, tapetes, cuadros
Al final me decidí. A Inmica le gusta las velas, suele encenderlas en las cenas y en las fiestas. Es un detalle que ornamenta un montón y queda bien, nosotros no pesamos en ello hasta que las vemos encendidas por todo el comedor. Como en la fiesta de noche vieja del 2003.
Así que entre tanta variedad seleccioné una lamparita de cristal morado con detallitos en colores. En el interior se pone una vela que quedará muy bonica.
Yo nunca pido regalos a los Reyes Magos. Preferiría alcanzar la estrella que ellos siguen. Pero es fugaz y escurridiza. Seguiré este año intentándolo a ver a donde me guía.
fin de la transmisión diaria.
Posted by eolovano at 7 de Enero 2005 a las 08:54 PM