Esta tarde, después del religioso té con leche condensada, me he ido por la costa pedregosa. El mar de mercurio estaba calmado hasta el extremo. No había olas en la orilla, el agua hacía un vaivén como si el mar se desbordase por toda su geografía. El agua palpitaba, como los latidos en el pecho.
Pero por más que me esfuerce en describir lo vivido esta tarde, me siento ridiculizado ante el maestro Miguel Delibes en El hereje
El sol se ponía en la llanura como en el mar. Se desplomaba sobre la línea del horizonte y éste empezaba a roerle por la base, en un crepúsculo incendiario, hasta terminar devorándolo. Las nubes, blancas hasta entonces, se tornaban color albaricoque al ocultarse aquél.
fin de la transmisión diaria.
hola ramonet es la unica manera q he encontrado para decirte que me mandes tu messenger, me gustaria hablar contigo desde mi encierro, lo haras? beso gordo y esppero q hasta pronto
Posted by: tormenta on 9 de Enero 2005 a las 06:31 PMeolovano@hotmail.com
Posted by: rásselas on 10 de Enero 2005 a las 05:58 PM