Ayer fue fantástico, ya era hora que llegase el buen tiempo
o sea lluvia, viento
Y es que el otoño sin esta receta no es otoño. Me encanta estar en acurrucado en el sofá viendo como llueve, ver como los semáforos se vuelven locos y se queda la ciudad a oscuras.
Cuando por fin terminó mi jornada de trabajo, adelanté la hora de la cena. Y comí tanto que me embargó un sopor irresistible. Después de mucho luchar, el tintineo de las gotas sobre la baranda de aluminio en el balcón, el fino respirar del viento entre las juntas de las puertas me mecieron hacia un sueño profundo.
Salté como un insecto al sonar al movil. No me importó, me encanta que me llamen o me envíen mensajes, es genial que la gente se acuerde de ti y te envíe aunque sea una llamada perdida.
Estaba muy cansado, así que después de una calentísima ducha
acabé abrazado a mi almohada.
Ya tengo un fotoblog, quedáis todos invitados se llama Muy Internetsante.
fin de la transmisión diaria.
Posted by eolovano at 28 de Octubre 2004 a las 06:33 PM