Historias Logarítmicas

Atisbos en la lejanía.

Parece que ha llegado el invierno de golpe. No durará mucho tiempo, por estas latitudes astronómicas suele pasar eso.
Me gusta el frío, más que el calor. Los días soleados a la tripulación y a mí, nos encanta ir a pasear por la playa y hablar de todo un poco. Pero tanto sol cansa y la escasez de agua dificulta mucho la existencia.

Ayer por la noche mientras escribía, mis compañeros de camarote compartían risas y emociones. El nuevo inquilino resulta ser toda una adquisición, hemos tenido mucha suerte de hallar a alguien así, después de la experiencia en la cueva de los orcos en Ilicitania ya no me fío.
Pero esta persona es distinta, al menos es sociable. Su hermana es el colmo de la simpatía, me recuerda a la hija pequeña de Julio Iglesias. No suelo relacionarme con gente con esta filosofía de vida. Así que es toda una oportunidad para aprender y comprobar otras facetas de la vida.

Antes de cortar la transmisión, solo decir que intento aferrarme con fuerza al timón de la nave para no perder el control. Mi objetivo, mi meta dentro de esta espesa nube nebular como es la Nebulosa de los Retos se atisba ya en la lejanía.
Cuando estaba durmiendo los scaners sonaron y guardaron en la memoria de la gran computadora de abordo todos los datos recogidos por los transductores.
Sigo la sinuosa senda del aprendizaje.

…fin de la transmisión diaria.