Este verano ha acabado de una manera similar que la del año pasado.
En la playa del Hornillo y al anochecer. Hemos estado en la orilla de la mar, resistiéndonos a que terminase, estirando los minutos, dilatando el momento. Pero, como todo, llegó a su fin.
La tripulación se disuelve, volveremos a coincidir todos juntos, por supuesto
pero no de una manera tan continuada, al menos hasta navidad.
Si los domingos por la tarde me ataca la melancolía, esta tarde ha sido peor aun. Me lo he pasado tan bien en las cenas, he disfrutado con cada conversación, he aprendido tanto de cada uno de los miembros de la tripulación de la Nave de los Sueños Que este invierno, cuando esté solo en mi habitación, lejos de todos recordaré con alegría lo bien que lo pasé, lo bien que lo voy a pasar cuando volvamos, lo fantástico que es tener amigos así, que me acompañan desinteresadamente en mi ruta por el cosmos en busca de una ilusión.
¡Suerte en todas vuestras aventuras! Ya veréis como pronto comenzarán otras experiencias por vivir juntos.
fin de la transmisión diaria.