Es de noche ya en V4L3NC14. El día ha vuelto a pasar fugazmente, más ahora que las labores de construcción de la gran central orbital se han acelerado.
Acaban lanzar unos cohetes en la calle, por lo visto es festivo. Festivo para muchos, para otros no es más que otro día.
O tal vez no sea un día tan normal, tal vez no sea un simple número marcado en el calendario.
Esta tarde, cuando viajaba con ni nave orbitando el planeta en busca de un lugar adecuado para el aterrizaje, he insertado la secuencia para activar el algoritmo necesario que activaba el piloto automático.
Esto me ha permitido relajarme un poco y pensar
Me he dado cuenta de la cantidad de llaves que llevo en el bolsillo y no he podido evitar realizar una retrospectiva de hace un año.
Hace un año contaba con dos llaves: la de la puerta de la calle y la de mi casa, nada más.
Ahora
esas mismas dos, más las de V4L3NC14, dos más para la estación orbital de C-H3st3, dos de la estación central, la de la nave por supuesto
y muchas más. Cuantas llaves, cuantas puestas para abrir y para cerrar. Por que el sentido de estas herramientas no es otro que abrir puertas, pero también cerrarlas.
Me acuerdo cuando hable de la rosa de los vientos, y no me equivocaba en nada
las posibilidades me han aumentado notablemente, pero a cuenta de otras tantas. Sopesarlas es un tema arduo y en determinadas circunstancias no muy recomendado.
En estos días, pondré en marcha un plan para conseguir otra llave, no es un objeto metálico al que estamos acostumbrados no. Esta es una llave en el sentido conceptual, la que me abrirá la puerta a un deseo a un sueño.
fin de la transmisión diaria.
Posted by eolovano at 15 de Septiembre 2004 a las 08:59 AM