Ha pasado mucho tiempo.
He viajado mucho, muchísimo más de 4.000Km caminado a lomos de Ups. Y ya no es como cuando me acostaba sobre su brillante caracola de cangrejo gigante, la lata oxidada que la sustituye no es igual. Quema y araña mis pies al quedar colgados por el borde.
Este planeta árido reseca mis venas y capilares momificando mis sentimientos, embalsamando recuerdos para que no perezcan en el olvido, erosionados por le tiempo. Ese viento incesante que todo acaricia.
Ahora es de noche, ha caído el sol sobre un horizonte plano e infinito de dunas de arenas y rocas cortantes. Las estrellas se desperezan poco a poco y abren sus ojitos de cristal centelleante.
Yo las miro con el deseo de volver a viajar por ellas, por el espacio, volver a soñar. Pero sigo siendo ese nostálgico soñador errante que solo da vueltas a un balón.
Por eso, en la oscuridad apesadumbrada escucho una canción.
Escuchala major en Prin'Lalá myspace. Una maravilla de grupo.
Y es que en estos 4.000Km he vivido aventuras y risas. Pero también perseguido por esta perenne nostalgia, y es que hecho tanto de menos al mar. Esa agua azul profunda y fría. O esa brisa de levante que levantaba la arena, o el olor a alga de la orilla. El amanecer marino.
Sigo, continuo, avanzo dando pasos y pasos hacia la nada, solo que queda esperar y esperar como las semillas en las zonas áridas. Parecen muertas, casi guijarros, pero al más leve contacto con el agua reviven con fuerza y pasión.
Fin de la transmisión diaria.
Posted by eolovano at 14 de Agosto 2007 a las 02:29 PM