Cuando viene una gran ola, deja una estela de espuma a su paso. Así quedó el espacio cuando Poseidón desapareció. Pero una fuerte corriente arrastraba todo lo que había en las proximidades. Parecía que el avatar del dios había dejado un cráter en el firmamento que todo se tragaba. Era como un agujero negro.
Ups corría a toda velocidad sobre una cuerda brillante que unía dos estrellas, esta se estiraba como una cuerda de guitarra a punto de romperse. Aun así, por más que se agarraba con fuerza usando las dos pinzas de cangrejo gigante, la fuerza del enorme vórtice engulló a los dos amigos.
Se precipitaron por una cascara oscura, en un caer infinito, en esa sensación de desamparo y pérdida de todo control. Rásselas incluso imploró al cielo que detuviese esta caída hacia la nada.
Y así fue, los dos fueron amortiguados por las aguas de una laguna subterránea bajo las profundidades cavernosas de no se sabe que lugar.
Rásselas avanzaba primero, intentaba abrirse camino y su amigo, el cangrejo ermitaño, le seguía bien de cerca sorteando las estalactitas y estalagmitas. Parecía un laberinto, recordándole cuando salió del laberinto del minotauro o el laberinto que circundaba el Pozo de Arán.
Este sin duda era mucho más grande, más oscuro y tenebroso.
Bajaron por una galería y observaron unos prismas de cristal, en el que venía escrito: mañana le pararán el corazón a tu padre durante cuatro horas. Rásselas se quedó estupefacto, sin duda ese mensaje iba destinado a él. No venía destinatario, ni firma, pero él sentía que le querían avisar de algo.
Algo pasaba, lejos, en la tierra, tantos años de eterno viaje y pensar ahora que algo le podría pasar a sus seres queridos. Mañana, sin duda, la sangre también le dejará de circular a nuestro amigo, sentirá frío y se volverá pálido durante ese periodo de tiempo. Porque sin duda uno no es poseedor de su corazón. El corazón le pertenece a las personas a las que se ama.
Pensó que si él tuviera corazón, si Sagitario no se lo hubiese destrozado, si al menos conservase el corazón de almendra que le puso la anciana del bosque próximo al pico Kirigüí estaría dispuesto a compartirlo para que ese texto no tuviese significado.
Penosamente continuaron atravesando galerías sinuosas y estrechas, otras eran enormes como la bóveda de una catedral.
Rásselas se asfixiaba con tanta oscuridad, caminaba tanteando, no sabía donde poner los pies no las manos, no sabía la dirección correcta. Así no avanzaría mucho.
Los días pasaban y tenía la sensación de hundirse más y más en lo profundo, en las capas metamórficas de un planeta sin nombre, o en la misma profundidad epidérmica de esta realidad mal llamada universo.
Sin duda, en este lugar es un buen sitio para sufrir una metamorfosis, pensó y al poner la mano sobre una enorme roca lisa notó que había un texto. Era una letra de una canción.
Y recordó a su burbuja, que estaba lejos, muy lejos. Y quiso salir de esa incertidumbre laberíntica. Si tan solo oyera su nombre, tal vez tuviera suficientes fuerzas para cavar hacia arriba, romper las capas del mundo con sus propias manos y dientes y salir a al exterior para buscarla.
Pero siente que las fuerzas le abandonan. Se acurrucó entre las patas y la caracola de su amigo el cangrejo y se dejó llevar por los sutiles brazos de la fatiga.
Y en sus sueños, soñó el soñador errante con una canción...
Rabo de nube
Silvio Rodríguez
Si me dijeran pide un deseo,
preferiría un rabo de nube,
un torbellino en el suelo
y una gran ira que sube.
Un barredor de tristezas,
un aguacero en venganza
que cuando escampe parezca
nuestra esperanza.
Si me dijeran pide un deseo,
preferiría un rabo de nube,
que se llevara lo feo
y nos dejara el querube.
Un barredor de tristezas,
un aguacero en venganza
que cuando escampe parezca
nuestra esperanza.
1978
Me gustaría que escampe y pronto aparezca nuestra esperanza.
¿Te apetece?
fin de la transmisión diaria.
felicito al hombre escritor, autor de estas seductoras líneas, que han logrado distraerme en esta tarde caraqueña un poco opaca anunciando lluvias...
con la seguridad de que de ahora en adelante te seguiré conociendo, te saludo filialmente...
Almendra
Posted by: GRISEL on 1 de Septiembre 2007 a las 01:25 AM