Ayer no transmití, no tuve tiempo porque sucedió algo fantástico.
Trabajaba inmerso entre planos, libros y calculadoras, cuando la Gran Computadora de abordo se puso a escribir en uno de sus monitores una secuencia numérica.
1 0 33 8 76 2 185 9 4 46 39 0 00 -10 99 7 21 2
. En un principio no tenía sentido, era un algoritmo aleatorio que no decía nada. Hasta que después de pensar en ello, pude darme cuenta que se trataba de una componente armónica de una señal mucho más amplia.
Agudicé la sensibilidad de la antena escaneando todo el ancho de banda, por fin pude hallar lo que encontraba.
Ciaoooooooooooooooooooo, eso decía, un saludo desde el espacio más profundo y mi pecho, ahora hueco sin corazón, dio un como una campanada. Era Pet y por fin podíamos hablar fluidamente después de 9 días.
Me contó todas sus aventuras allí, en el sistema Padova. Le han ocurrido tantas cosas Cada palabra insuflaba felicidad en mi alma, me aligeraba la carga de estos días. Ella estaba bien, estaba feliz y disfrutando, eso era lo más importante.
La transmisión duró una hora, tal vez un poco más.
Ayer, solo transmití para Pet.
fin de la transmisión diaria.
Posted by eolovano at 5 de Octubre 2006 a las 05:53 PMEs bueno sentirse feliz por otra persona,eso implica que te importa,y el amor siempre es un sentimiento hermoso que te hace mejor persona (al menos eso dicen :))
Un saludo.
Muchas gracias.
Tienes toda la razón del mundo.
Un abrazo.