Me atenazaron, la melancolía y la nostalgia. Los dos fantasmas que han ido rondando mis sueños. Robando mi descanso.
La otra noche, mientras dormía, los dos espectros aparecieron como sombras de humo surgiendo en espirales desde mis oídos.
A ambos lados de la cama, observaban mis movimientos, una alzó la mano para lanzar un sortilegio que me atase a la cama. Mientras, la otra, sacó de su sucia túnica una oxidada guadaña.
El fin se cernía sobre mí, estaba paralizado.
Pero una chispa de luz vino a salvarme. Fue el recuerdo de dos soles, no me refiero a astros ardientes en el espacio. Si no a dos luceros que coronan un rostro de inigualable belleza.
Como un choque eléctrico, se avecinaron miles de imágenes de los dos últimos meses. Playas, noches, estrellas, cenas, olas, olores, sabores, texturas, conversaciones, descubrimientos, palpitaciones, alegrías, risas
Y una pregunta a mi mismo ¿Por qué estar triste? ¿Por qué este tiempo de ensueño se debe convertir en agonía insufrible?
Algo tan hermoso, como la oportunidad de vivir este tiempo, no se puede transformar en sufrimientos.
Debo sentirme feliz por lo que he vivido, y por lo que podría vivir si me relajase y dejase que la naturaleza fluya como un torrente. Libre.
Debo estar tranquilo.
Y cogí una hoja y un bolígrafo y escribí. Porque para estas cosas uno debe dejar su propia impronta, no vale con la impersonalidad de las impresoras.
Escribí un mensaje para Pet y lo lancé por la borda con toda la fuerza que mueve la pasión cinética del corazón. Era un destello en las ondas, un relámpago fugaz en el aire. Y cayó por fin a la mar.
Que los delfines, ballenas, tortugas y sirenas lleven mi botella al otro lado de la Bañera de Ulises hasta el Adriático. Allí pasando por un canal veneciano llegará a la población donde está ella.
Y una tarde de invierno, o tal vez de la incipiente primavera, la fortuna quiera que llegue a sus manos.
Ese mensaje es para ti, te prometo que un día de estos lo leerás.
Aun me queda la necesidad de saber como Pet lo estará pasando allí. ¿Qué aventuras tendrá? Espero que sean muy buenas.
Y los dos fantasmas desaparecieron dejándome dormir por fin. Adiós tristeza, esta batalla la he ganado yo.
fin de la transmisión diaria.