8 de Junio 2006

La huida.

En muy poco tiempo se avecinaron miles de acontecimientos.

La nave biónica nos eyectó al exterior como lo haría la trompa de un enorme paquidermo.

No teníamos ni un minuto que perder. Arrancamos los motores de plasma cuántica y salimos catapultados de allí. Desde la gran tormenta en el interior de la Ballena devoradora de nebulosas, Rásselas no había vuelto a viajar tan veloz.

-Estamos condenados, no tenemos posibilidades de escapar de Atalanta.- Dijo Egle apesadumbrada.

-No digas eso, siempre hay esperaza.

-¿No será mejor escapar de ella escondiéndonos en algún asteroide?

Rásselas la miró con paciencia. No podemos, tenemos que ir lo más lejos de aquí.
Y hay que pensar en algo por si nos diera alcance.

Al decir esto, conectó el sistema MP7 reproduciendo una canción que sonó en toda la nave.

POESÍA BÁSICA EXTRECHINATO Y TU
Viento (Déjame ir contigo)

Soy igual que tú eres, viento.
Me pienso, me sublevo.
Acaricio montañas llenas de aromas y sueños,
de niños, de ciervos...
Barro dictaduras y a mo la paz y el sosiego
y detrás de mí, soplo de viento,
vienes tú conmigo pa' meterles miedo.
Y pa' los labriegos y los ganaderos
vienes tú conmigo p'acariciar sus sueños
y darles el agua que estaban pidiendo
a dioses confusos... a dioses sin cielo.

Déjame ir contigo rebelde y risueño.
Déjame ir contigo, libre como el viento.
Déjame ir contigo que en tí están mis sueños.
Déjame ir contigo...

o se irá mi sueño.


Y la nave voló como un fotón en el entramado espacio temporal, sin límite físico que lo retenga, que lo someta.

…fin de la transmisión diaria.

Posted by eolovano at 8 de Junio 2006 a las 06:22 PM
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