Historias Logarítmicas

Antes de la fiesta.

Todo se preparaba, se ultimaba. “¡Rápido, rápido!” decían mientras agarraban hoyas y sartenes para cocinar. Otros preparaban la mesa mientras cantaban. Algunos se dedicaban a adornar la gran sala de juntas don de se realizaría la cena…

Rásselas permanecía en silencia, como una estatua en medio de la multitud atareada. ¿Qué podía hacer él? ¿No era su fiesta?
“Maldita coherencia” se dijo para si. Es duro el camino de contra corriente y a el le tocaba ese papel en el gran musical que es la vida.

De pronto sonó la alerta, algo distinto a un galeón se aproximaba demasiado a la estación orbital escondida en el interior del asteroide.

-¡Capitán!¡capitán!¡Algo tremendamente enorme se esta acercando a nuestra base!- Dijo el vigía del scanner gritando mientras entró corriendo en al sala.

-Ya lo hemos escuchado- el capitán, con un ojo tapado por su parche y el otro entornado al aspirar por la boquilla de la pipa, se giró.

-Todo el mundo a sus puestos, no quiero ver a nadie parado.- Dijo esto, y se provocó una gran estampida de gente por todas partes.
Unos subían escaleras, otros las bajaban… otros cerraban las escotillas y las puertas tras su paso. Parecía que estaba sonando una señal de zafarrancho de combate, como en aquellas películas en blanco y negro sobre submarinos. Estábamos embutidos, enlatados al vacío en el interior de una roca. No había escapatoria.

Rásselas, subió al puente de mando de la Nave de los sueños, que estaba en uno de los muelles. Cuando vio el panel, sintió algo de miedo, ya que la pantalla del rada mostraba algo tan grande que daba la sensación que se comería de un solo bocado el ínfimo asteroide.

Fue en ese momento cuando hubo un terremoto, todo comenzó a templar y a moverse, a saltar chispas de los monitores y consolas. Nuestro amigo solo pudo agarrarse fuerte y esperar.

…fin de la transmisión diaria.

Posted by eolovano at 22 de Diciembre 2005 a las 05:54 PM