1 de Septiembre 2005

Antropología de una Metrópoli.

Poco a poco, paulatinamente estoy terminando todo el proceso de traslado. Realmente yo apenas tengo bártulos para llevarme, pero he ayudado a Ebba y a Jmar a mover sus cosas, y esta tarde haré lo mismo con Majonneke. Así que me he pasado toda la semana moviendo cajas y Bolsas… Pero me lo he pasado bien. La actividad ha reactivado mi mente.
En la Nave de los Sueños, suelo cenar a las 20:00, pero estos días lo he hecho mucho más tarde, estos simples cambios en la rutina, rompen el tedio y dan matices de improvisación volviendo el día más interesante.

No me puedo quedar sentado viendo como pasan las horas por la escotilla, empañando los cristales de minutos y segundos desechados.
No, está claro que debo salir y buscar la aventura, la actividad, la improvisación… No quiero guiones ni textos preescritos, prefiero que cada tarde me sorprenda.

Murcia-murcindäe es muy grande y hay seres de tantos mundos… de tantos lugares… seré un antropólogo y me meteré a investigar bajo la dermis de la metrópolis. Tomaré notas, aprenderé de lo que vea por sus calles.
Todo será nuevo.
Todo me resulta emocionante.

Cadaber exquisito de una tarde.

No me podía imaginar
Cómo podía acabar.
Anduve durante toda una vida
Mirando al suelo.

Ágora de mis sentidos,
Estigma en mis sueños.
Eres como la porcelana frágil,
Que se desquebraja entre mis dedos.

Me cortastes
Y estoy sangrando.
Hemorragia imparable
Que inhibe mis sentidos.

Ya no siento,
Ya no creo.
Mi piel de arena
Y mi corazón de madera.

Quiero que arda
Que lance llamaradas
Que queme.

Para descongelar
Mis arterias
Y revivir otra vez,
Como el sol en la mañana.

Rásselas


…fin de la transmisión diaria.

Posted by eolovano at 1 de Septiembre 2005 a las 05:23 PM
Comments
Post a comment