23 de Diciembre 2004

Un imprevisto.

Todo estaba tranquilo en la Nave de los Sueños cuando una inesperada sirena turbó la anaranjada noche.
Las aspersores escupían vapor por lo pasillos, las escotillas se cerraban… todo era caos.
Rásselas se despertó sobresaltado por el estruendo al otro lado de la puerta de su camarote, se giró en la camilla y continuó durmiendo. “Estaré soñando”. Se dijo, por que en esta estación hace frío y la cama invita a permanecer en ella sin importar lo que suceda, ya sea un gran mal o una nueva aventura.
No pasó mucho tiempo cuando todo se volvió otra vez silencio. Eso si que preocupó a nuestro amigo. Se levantó de inmediato, y a oscuras, iluminado solamente por la tenue luz estelar


Fue entonces cuando Rásselas se preocupó, sus pupílas se dilataron, el corazón se aceleró al instante… las cuadernas metálicas del fuselaje crujían, chirriaban como brujas enjauladas.

Y allí, mirando como una estatua helenística… se quedó.


…fin de la transmisión diaria.

Posted by eolovano at 23 de Diciembre 2004 a las 06:54 PM
Comments

Es dificil a veces diferenciar la realidad y los sueños

Posted by: wall57 on 23 de Diciembre 2004 a las 09:29 PM
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