Qué extraño puede resultar un lunes sobre ruedas. Y al vez la causante de esto sea la justa combinación de un fin de semana aprovechado viviendo con mis amigos grandes aventuras en fiestas glamorosas y locuras risueñas o el compartir tapas en un bar: un pincho de tortilla, magra con tomate hasta mancharme la escueta barba, al calor de un hermano.
Y es que el deseo, la necesidad casi obsesiva de vivir en Murcia-murcindäe puede hasta con las mayores dificultades o pesares.
Ayer, como siempre, se me cae el alma al suelo cada vez que debo dejar mi planeta refugio, sí ese que cuenta con un puerto que me protege y un faro que me guía. Menos mal que me acompañó esta vez Tobal en el viaje, así amortiguó mi soledad. Ya lo dijo el sabio dos soledades, no es una gran soledad.
Y aunque me sienta solo, no es más que una sensación engañosa e ilusoria
repaso los acontecimientos de la semana pasada. Mi viaje a London-londindäe a la casa de Irónica y Nick
la comida con la tripulación de la estación orbital de V4L3NC14
la cena con desfile que preparó Pedro
las tapas del domingo con mi hermano Paco y mi cuñada Abi.
No, no estoy solo
pero a veces, siento que si. Siento como la soledad fría penetra en mi como la humedad en invierno. Y me abrazo a la almohada cada noche para sentir al calor de algo, aunque sea un objeto inanimado. Recordando aun abrazo que me hizo sentir por una noche el ser mas afortunado del universo.
fin de la transmisión diaria.
No estamos sólos en este mundo
Posted by: khardaia on 14 de Diciembre 2004 a las 05:24 PM