Ayer fue un día para recordarlo poner en marcha un trasformador de 250.000VA, o sea, 250kVA es un momento único. Viví el momento con la excitación que vive un torero antes de la corrida. Todos rodeábamos a Gaia en la cubierta de la nave. Las escafandras nos protegían de la lluvia de meteoros. Hacía meses que no ocurría este fenómeno, pero precisamente hoy, el día en que teníamos que realizar esta delicada operación, llovió.
Los operarios sujetaban las maquinas, el supervisor observaba nuestros movimientos con atención y yo aprovechaba sus descuidos para inmortalizar el momento en una fotografía.
Cuando Gaia cerró los contactos de interruptor automático, no se produjo el estruendo que todos esperábamos que provocase los 20.000 voltios aplicados en bornas del trasfo. No ocurrió nada, solo un leve chisporroteo. Llamadas por el GSM, toma de datos anda, no sabíamos por que se producía tal chasco
Después de mucho estudiar, se descubrió que el interruptor no cerraba suficientemente las cuchillas en el interior del sarcófago de aceite. Una vez solventado esto los 20kV ionizaron el aire, las corrientes de corrientes foucault comenzaron a circular por el interior del núcleo ferroso. Todos dimos un grito de júbilo, todos festejamos el éxito de la puesta en marcha del gran corazón eléctrico palpitante a 50 hercios
Ahora la Nave de los Sueños sigue su camino por la nebulosa de los Retos.
fin de la transmisión diaria.
Posted by eolovano at 30 de Noviembre 2004 a las 06:05 PM