Rásselas estaba ayer dispuesto a acostarse, era una fresca noche de inicios de verano en ese planeta V4L3nc14.
El cielo, pálidamente iluminado por las lámparas de vapor de sodio a baja presión, creaban un ambiente cálido en su camarote personal.
Leyó un copo y escribió algo en su cuaderno de bitácora. No en la computadora, no lo hizo en un cuaderno que manuscribe todo aquello que le atenaza, que le excita y ensalza todo lo que quiere recordar para demostrarse así mimo que lo vivió y no fue un sueño.
Pero nubes de tormenta acechaban los cielos. La noche soplaba con una fina brisa de suspiros, al igual que nuestro amigo. El dormía plácidamente, pero su sueño no lo era tanto.
Hace un año, dejó a tras a los piratas pero esa gente es lista y perspicaz. No estaban dispuestos a dejar las cosas como se quedaron, humillados.
Así, que el capitán del galeón de la razón se dispuso a buscar a Rásselas por toda la galaxia. La razón que llevada al extremo se puede convertir en locura. Manejar todos tus movimientos y hacer perder la espontaneidad de la vida. Porque la vida debe ser eso, espontánea, sorprendente Si todo lo supiéramos, nos conduciría al aburrimiento.
Rásselas pensó demasiado antes de irse a dormir, durante la mañana, durante la tarde, durante la noche y ahora durmiendo, soñando En ese mágico momento, cuando toda su mente se dedica a descasar, a imaginar mundos mágicos para permitirnos volar, domar leones todos nuestros deseos. Rásselas planificaba lo implanificable.
Como controlar el amor, si este no tiene dueño. Si no se puede predecir, si no se puede
Tanto esfuerzo mental, en el momento del sueño REM, que provocó ondas herzianas capaces de ser detectadas por los piratas que roban sueños, que se alimentan de ilusiones
Ahora van a por él y se deberá defender
Fin de la transmisión diaria.
Potes currere sed te occulere non potes - You can run, but you can't hide