Historias Logarítmicas

Republica y orden natural

Se acerca un acontecimiento importante… estoy cansado de que se hable de el dejando apartado miles de problemas que subyugan este universo, visto lo visto… explico lo siguiente:

Por qué soy republicano.
Soy republicano por convicción. Mis conocimientos en historia son más bien escasos, pero lo suficiente. Creo que la nobleza es una institución decadente y anacrónica. Los reyes en los últimos siglos han perdido paulatinamente su poder y más aun con la llegada de la revolución industrial. Los reyes, los nobles se han metamorfoseado en empresarios. Ellos ahora poseen feudos virtuales a los cuales nos acercamos, como sumisos vasallos, a solicitar una protección económica. Pero el rey en si, a mi entender, es un lastre para el país. Puede proporcionar estabilidad en algunos momentos, como en el intento de golpe de estado en España. Pero a mi me gustaría elegir a dicha persona. Ella no debería estar coronada por legado de sangre o por imposición divina.
Si un presidente resulta honesto o corrupto ha sido el pueblo quien lo eligió y a los pocos años puede cambiar su elección; con un rey eso sería imposible.
Tengo un firme convencimiento de que todos somos iguales, debiendo disfrutar de las mismas oportunidades y derechos. Si el día de mañana mi hijo quisiera se presidente, tendrá más o menos oportunidades que otras personas, en sustancia tiene un grado de probabilidad, por muy ínfima que sea la tiene. Mientras, sí le será imposible ser rey. Rey jamás será. Luego veo dos tipos de personas: los que pueden serlo y los que no.
Por lo tanto ser monárquico es creer en la segregación de la sociedad en dos polaridades. Y ello me crearía un conflicto interno, en una gran disyuntiva.
Por ende ¡soy republicano!
Solo es una opinión, todo aquel que sea feliz con el acontecimiento, que se lo pase bien. Todo mi respeto a los que sean monárquicos. Pero yo me considero de otra condición.

De todas formas, esta semana estoy escuchando muchos comentarios… ¿Qué es lo natural? ¿Lo normal? Veamos lo que dice un maestro…

Orden Natural
Uno de los recursos usados por quienes mandan imponer su voluntad a los gobernados y legitimar su poderío consiste en implantar una educación que incluye el concepto de "orden natural", como norma indiscutible para orientar nuestras vidas. Una vez aceptado ese "orden natural" de la sociedad, tenderemos a rechazar toda conducta propia o ajena desviada de ese orden y la condenaremos por escandalosa, perjudicial o aberrante. Durante mucho tiempo, por ejemplo, y con el apoyo de dogmas religiosos, se afirmó que el "orden natural" de la sociedad era la monarquía de derecho divino. En consecuencia, ser partidario de otro sistema, como el republicano, era caer bajo el peso de la ley y hacerse reo de un delito máximo, casi blasfematorio.
Delito creado, claro está, por la ley de los monarcas, que no tenía nada de "orden natural" porque para la naturaleza no hay delitos sino errores vitales, como la inadaptación que se paga extinguiéndose. Si el "orden natural" como se nos repite, es el matrimonio católico, monógamo e indisoluble, entonces la mayoría de la humanidad organizada según otros modelos familiares viven en contra de la naturaleza. Los ejemplos abundan.
En suma, el llamado "orden natural" no está dado por la naturaleza sino inventado como creencia de quienes escriben las leyes. El hombre, si bien condicionado por su naturaleza, no es un ser natural sino histórico y, como tal, en permanente cambio.

José Luis Sampedro.