Ayer ocurrió, Rásselas moribundo por las envestidas de una mar furiosa, cósmica y ancestral, se encontraba perdido y desorientado.
No tenía ya nada que hacer, todo estaba perdido. Todo por lo que había luchado durante un año y medio desaparecería.
Aun así no se dio por vencido, lucho contra las olas del mar, contra las bofetadas del iracundo viento. Dejó el timón a su suerte y se encaminó hacia la proa de La Nave de los Sueños.
Todo le quemaba, todo giraba. Por alguna razón, nuestro amigo se aproximó al espolón del barco. Descalzo, casi resbala.
En ese instante la nave se detiene, un estruendo titánico, universal, hace estallar todos los cristales, todos los paneles chisporrotean lanzando una lluvia de chispas y destellos multicolores.
Se han detenido, por un momento en un borde. Rásselas de puntillas, en la punta del fino espolón, se asoma el precipicio y observa como caerá de un momento a otro.
Es como si todo el universo se hubiese doblado formando un gran vértice perpendicular hacia abajo, como el filo de un perfecto acantilado.
Y en lo más profundo, la nada, un espacio fundido en negro sin estrellas oscuro
El corazón le late fugazmente, necesita algo para sujetarse o caerá
-¡jajaja!- Se oye por todas pares una añeja risa- ¡Qué Rásselas! ¿Debes continuar como Eterno viajero de sueños e ilusiones, eterno viajero de amores? ¿O te darás la vuelta?
-¡No pienso retirarme jamás!- Gritó Rásselas en medio de la lluvia de estrellas fugaces
-Si continuas, te caerás, y llegarás el temido círculo.
En ese momento de la oscuridad del fondo abismo, apareció un enorme circulo amarillo de dimensiones planetaria.
-¡jajaja¡ Dejastes Valencia para huir de la soledad, de esa Abíssinia que se había transformado. ¿Estas dispuesto a dejar este eterno viaje, volver a la Tierra y perder año y medio?
-Se quienes sois, y no podréis dominarme. Temo a los círculos, pero me defenderá de ellos con espirales logarítmicas, con funciones de e devoraré pi para evitar caer en la rutina.
A la nave le quedaba ya poco tiempo para caer, pero nuestro amigo dio el primer paso hacia el infinito vacío, hacia Abíssinia.
Pero no callo, su pie toco la nada como si de una fina superficie acuática se tratase. Dio otro paso y otro provocando ondas destellantes de notas musicales cada una.
Los rostros de las parcas se asombraron e intentaron tirar del hilo que una el ombligo de Rásselas a ellas, su destino.
Pero en vez de asustarse por la posibilidad de caer, nuestro amigo comenzó a cantar diciendo entre canto y canto: ¡No volveré a Abissinia y el barco, con su tripulación, vaya donde vaya vendrán conmigo!.
La gran cascada de la nada, el borde que caía hacia el infinito vacío del circulo se plegó dejando libre y sin peligro el paso de la nave.
Así Rasselás y La Nave de los Sueños continúan su viaje. Ahora les esperan más aventuras
Me gustó tu valentía, te felicito.
Un beso.
Feliz Semana Santa.
Gracias, Valencia me gusta mucho comociudad, para vivir la verdad que es preciosa... pero mi gente vive en el sur, lo que verdaderamente me importa vive en el sur, he aceptado pasar un par de mese por trabajo en esa ciudad. Pero se que es con billete de vueta.
Posted by: rásselas on 9 de Abril 2004 a las 03:03 AMA veces. Mejor no hablar. Ni yo sé porque dije esto.
Posted by: taro on 11 de Abril 2004 a las 09:41 PM