Mi cama, hace mucho que dejó de serla.
Estas noches, me tapo con un manta de cota de malla y me arropa unas sábanas de espino.
Veo pasar el tiempo cuando las sombras se deslizan por las paredes y los suelos como largos dedos afilados que buscan mis sueños.
Pero ya no son míos, fueron tuyos y a ti te pertenecen.
En la noche húmeda, baja una niebla como un tufo anodino que oxida mi alma en cada exhalación; por cada suspiro, una finísima capa de herrumbre se deposita sobre mi cuerpo, sobre mi apesadumbrada alma.
Así paso mis noches de descanso, sin descanso.
Y amanece sutilmente y por sorpresa, iluminando los oscuros recuerdos que quedaron en un rincón retirado de mi mente.
Y una y otra vez, escribo y redacto mis ensoñaciones con una tinta invisible que nunca se borra. Recopilaré todos los textos leyéndolos en la vieja mecedora, mientras los doblo y los sello con un lacre de lágrimas. Un día para ti serán.
Y vuelta a empezar, cae en estos días las noches como un telón de fondo en el cielo. La luz dura tan poco, que parece que no amanece.
Es como vivir en el invernal polo.
Otra noche más yazgo envuelto en este corroído ajuar no deseado.
Buenas noches.
Galería de fotos: http://rasselas.deviantart.com/gallery/
...fin de la transmisión diaria.
Posted by eolovano at 29 de Octubre 2007 a las 02:04 PM