Mientras dormían. Me dejé seducir por el embrujo de la noche. Y bajé a la orilla del mar de la tranquilidad. Esta vez, no estaba en la luna, la tenía frente a mi.
La mar estaba tersa y dormitaba. Yo, acaricié su fina superficie dejándome llevar por la curiosidad de saber qué se encuentra allá en lo profundo. Todo fue una ensoñación. Un recuerdo.
Pero esa noche no fue así. Esa noche, paseé solo en un mar de nostálgias como un áufrago de abrazos.
...fin de la transmisión diaria.
Posted by eolovano at 24 de Octubre 2007 a las 01:58 PM