20 de Julio 2007

Bajo la luna dorada.

Después de este largo interludio retomo la crónica de mis aventuras.

Perdonadme que no haya actualizado con la religiosidad de antaño, pero anímicamente no me encontraba con las suficientes fuerzas para hacerlo.

Por fin logré levantarme y tantear el oscuro terreno, toqué una pata de Ups y me acerqué a su hocico de cangrejo.

-¡Vamos amigo, ya hemos descansado bastante, nos toca volverá ponernos en camino- Dijo Rásselas con una voz seca que apenas salía de su cuerpo, era como un fatigoso suspiro.- ¡Vamos tienes que ponerte otra vez en pie!

El Soñador errante tenía un enorme chichón en la cabeza y un fuerte golpe en el pecho, pero peor era su amigo el gigante cangrejo ermitaño, él tenía su caracola rota por un costado. Tal vez, al caer por la profunda sima se golpeó partiéndola y haciendo un gran boquete.

Pronto reaccionó su amigo y ambos comenzaron su penoso deambular por la cueva sin saber que dirección tomar.

Posiblemente sería el instinto porque Ups levantó las antenas y se adelantó unos metros, pronto se excitó mucho y esa emoción se la contagió a Rásselas.

-¿Qué pasa?¿Por qué estás tan nervioso?- Cuando quiso darse cuenta, un enorme sol cegador abrazó sus corneas. Era un atardecer en rojo, con una planicie infinita, sin montañas que lo abarcaba todo. El astro rey se precipitaba al suelo y aullaba como un hierro candente en el agua de una forja.

Por fin salieron de la gruta.

-¡Qué bien Ups, has conseguido encontrar la salida!

Los dos amigos comenzaron a caminar alejándose de la gruta. Rásselas estaba seriamente preocupado, pues la caracola del cangrejo estaba más dañada de los que se apreciaba en la oscuridad. Toda su superficie estaba desquebrajada.

Vieron algo que parecía una antigua construcción, una fábrica abandonada hacía siglos, casi sin paredes donde la arena lo había ocupado todo. Allí se refugiaron y decidieron descansar.

Una luna dorada, cubierta de pan de oro se alzaba sobre el horizonte iluminando sutilmente los desesperanzados corazones. Rásselas dormía plácidamente cuando unos ruidos le despertaron. Pronto se alertó porque su amigo ya no estaba con él.
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gucken
Agachado siguió el rastro dejado con sus patas y los constantes ruidos. Oculto tras una tapia se quedó asombrado. Ups había sacado todo su cuerpo de la inservible caracola porque había encontrado algo con qué sustituirla. Un enorme contenedor metálico, una lata gigante haría ahora de armadura con qué proteger su cuerpo.

Rásselas, con los ojos vidriosos dejó escapar unas palabras.

-Eso amigo mío, hay que reconstruirse aunque a veces no nos guste demasiado los primeros pasos. Todo será pasajero siempre vendrán tiempos mejores.

…fin de la transmisión diaria.

Posted by eolovano at 20 de Julio 2007 a las 01:20 PM
Comments

Bienvenido otra vez Rásselas!! =D
pues qué alegría leer otra de tus aventuras!!!
Las razones de tu ausencia son comprensibles, pero
se te extrañaba. -^_______^-

Sí, tienes razón. Ahora toca difícil, pero siempre vendrán tiempos mejores; así que hay que pensar en reponerse aunque la idea no guste mucho, me quedo con eso. Es difícil tarea en verdad, y es que a veces uno se siente tan mal, que se pierden de vista los sueños y objetivos. Pero supongo que siempre hay que tratar de encontrar la fuerza que está dentro de uno. [ XD como era la frasecilla de 'la guerra de las galaxias'????¿? jajaja =P]

Yo también trataré hacer el esfuerzo.
No perdamos las esperanzas!!!

Besotes y mis cariños para ti! Espero que andes bien. Hasta pronto! =)

Posted by: Pau on 22 de Julio 2007 a las 09:19 AM
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