19 de Julio 2006

La decisión.

-Creo que no. No, no quiero.- Apenas movió los labios.

-¡¿Qué?!¡¿Será insolente este miserable microbio?!- Su voz sonaba atronadora en el interior de la caverna, con cada palabra su cuerpo se estiraba. Brazos, piernas, cuello… todo ganaba en elongación al igual que delgadez. Los ojos se les oscurecieron aun más y hundieron en las cuencas formando un rostro horripilante, momificado.

Se le hincharon las costillas al tomar aire pare gritar aun más ya convertido en un verdadero demonio.- Te arrepentirás de no aceptar el pacto, de no querer metalizar tus emociones, vivir un amor galvanizado, vivirás en la más absoluta de las soledades putrefactas.

Se giró sobre si mismo y descargó su ira sobre la enorme marmita con una terrible patada. Esta rodó y vertió todo su pastoso contenido. Las burbujas que formaba su superficie de légamo parecían dibujar caras de sufrimiento y consternación.

-¡Agarradle!- gritó mientras se alejaba por una de las oscuras galerías.

A Rásselas no le dio tiempo a reaccionar, cuando quiso darse cuenta estaba rodeado por una decena de criaturas delgadas, semidesnudas, con la piel de color del óxido.

Un golpe certero en la nuca fue suficiente para dejarle inconsciente.

…fin de la transmisión diaria.

Posted by eolovano at 19 de Julio 2006 a las 06:18 PM
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