Me siento como una estrella fugaz que vuela por el espacio. Estoy también así.
No quiero que esta sensación desaparezca, quiero que dure para siempre.
Pero como las estrellas, que están condenadas a estar en un sitio quietas. Si consiguen moverse por la bóveda celeste, es solo por unos instantes.
Estoy seguro que esta sensación desaparecerá con el tiempo. Pero no quiero pensar en ello. Debo continuar con mi viaja como una ballena devoradora de nebulosas.
Pronto llegaremos a la nebulosa la Laguna y llegará el momento de la separación.
Será un momento triste, porque a estas criaturas se les tiene mucho cariño en poco tiempo.
Las dejaré allí, en una guardería espacial, para que crezcan y repueblen en universo con sus bramidos, con sus cantos de sirena, comiendo sueños. Manteniendo el constante equilibrio entre gas y estrella.
Ahora no voy con la Nave de los Sueños, esta nos sigue a una distancia prudente. Sorprendentemente, viajamos mucho más rápido nadando. ¿Será una facultad que he ganado conviviendo con ellas?
Si ahora soy un ente marino ¿Qué extraños influjos tendrá Poseidón sobre mí? ¿Se conformará simplemente con la maldición de mi perenne soledad, con esta imposibilidad de llegar a mi Ítaca perdida? ¿O se regodeará aun más en mi agonía?
Quiero dejar de pensar esto, voy a seguir nadando, disfrutando del momento. Nada más.
Solo disfrutar.
fin de la transmisión diaria.
Posted by eolovano at 21 de Febrero 2006 a las 06:14 PM