Poco a poco iban llegando a la pequeña roca flotante en medio del citaron de asteroides perdido en algún lado del universo, naves y más naves de piratas. Todos atracaban en el espacio puerto de la base estelar y entraban en la base, en la guarida deseosos de pasarlo bien. Risas, cánticos y letanías antiguas resonaban por todos los pasillos, por todos los rincones de la estación.
Rásselas se alejó un poco del ruido, andaba nervioso porque tarde o temprano llegaría el galeón Éxito con su tripulación. Sería un encuentro desagradable y no tenía lugar para huir, debía hacer frete a ese temor.
Paseando por un largo pasillo, apenas iluminado por unos tubos de neón instalados en el suelo bajo una lámina de tramex, escucho una canción tenue y lejana. Cerró los ojos y se concentró en la dulce melodía, una guitarra y una fina voz.
Siguió hasta el final del pasillo y se detuvo frente a una puerta entornada, de allí surgía la canción.
PEQUEÑA SERENATA DIURNA
Silvio Rodríguez.
Vivo en un país libre
cual solamente puede ser libre
en esta tierra en este instante
y soy feliz
porque soy gigante
amo a una mujer clara
que amo y me ama
sin pedir nada
o casi nada
que no es lo mismo
pero es igual.
Y si esto fuera poco
tengo mis cantos
que poco a poco muelo
y rehago habitando el tiempo
como la cuadra
a un hombre despierto
soy feliz soy
un hombre feliz
y quiero que me perdonen
en este día
los muertos de mi felicidad.
Soy feliz
soy un hombre feliz
y quiero que me perdonen
en este día
los muertos de mi felicidad.
Un pirata, sentado en el suelo de su sucio camarote cantaba melancólicamente, Rásselas se sentía aun más sorprendido que nunca. Cómo imaginar que esta gente tuviese corazón, alma, emoción. Sin duda, en su eterno viaje de sueños e ilusiones, eterno viaje de amores, debía aprender mucho.
Cuando el personaje acabo, sin llegar a mirar a nuestro amigo, le invitó a que pasase.
fin de la transmisión diaria.
Hola!!! Silvio Rodríguez me encanta... Hace poco publiqué en mi blog algo sobre la historia de la triva en Cuba...
Saludos de una cubana