¿Cuánto tiempo había pasado? Horas, días
Rásselas permanecía flotando en el espacio atado a una cuerda con los brazos extendidos.
Su ilusión como una pompa de jabón, brillante toda ella, se confundió hace mucho tiempo con el fondo estrellado.
Del reproductor de mp3 de su casco, sin saber como sonó una melodía:
Somos sire.
Y es verdad
Que no somos nadie
Sigo aquí
Con mi vida de antes
Y es verdad
Que no somos ángeles
Que caímos desde el cielo
Sin poner pies en el suelo
Y es verdad
Y es verdad
Que somos aire
Una vida por delante y a volar
Y es verdad
Que somos aire
Una vida por delante y a volar
Y es verdad
Basta con mirarnos
No callo en balde
El paso de los años
Y es verdad
Que hay momentos mágicos
10000 puertas entreabiertas
Esperando una respuesta
Y es verdad
El Sueño de Morfeo.
Se giró sobre si mismo y comprobó que algo había cambiado. La cuerda, ya no era cuerda. Salía de su ombligo, era un cordón umbilical. Sin necesidad de agarrarse a ella para volver, simplemente lo deseo y se puso a volar hacia la escotilla donde estaba su camarote. Puedo ver que estaba él allí dormido, como siempre se suele poner, boca abajo y con la cabeza casi tapada al completo.
Entro por la reclusa Nº1 del muelle de carga, se desvistió y al entrar en su camarote se despertó así mismo. Los dos, siendo ya uno, sueño y carne suscitó una gran necesidad.
Prescindió de ordenadores, de teclados y ratones.
Esa noche trituró el amarillento papel de su libreta. El bolígrafo desangrado, dejaba grandes y profundos surcos curvos. Y en cada giro del trazo, su corazón latía, indómito.
Escribió, escribió tanto que su corazón saltaba sin posibilidad de controlarlo.
La camisa le apretaba, se asfixiaba. Agarró sus extremos y tiró de ambos lados.
Explotó la camisa en una gran deflagración disparando botones como la metralla.
Fue una imagen, un entendimiento, tal vez una comprensión, la formación de un dibujo, una silueta en su mente
Salió corriendo hasta el puente de mando e introdujo unas coordenadas en la Gran Computadora de Abordo.
Rumbo hacia las 10000 puertas entreabiertas.
Fin de la transmisión diaria.