El sol derrotado, se estrellaba aplastándose contra la superficie merina. El día se dio a su fin. Las sombras se estiraron con formas fantasiosas y la verdad esclarecedora se ofuscó tras un velo nocturno y estival.
Rásselas permanecía acostado en el suelo del camarote intentando recuperarse, la pasada noche fue realmente genial. Estuvo con los miembros de su tripulación por bares y antros allá en la polis costera de su planeta refugio; sí ese que cuenta con un puerto que le protege y un faro que le guía.
Sabía que había perdido la costumbre de tomar bebidas exóticas, destilaciones de otros mundos... por eso no fue muy difícil perder la noción de la física newtoniana y dejarse llevar por las corrientes hipersubrealistas que sus engañosos sentidos le hacía parecer.
El verano, sí, esta mañana ha sido el solsticio, la mitad del año ya.
Cuantas cosas vividas, inimaginables sensaciones descubiertas que me han hecho sentirme vivo. Notar mi corazón palpitante, romper el mármol que lo envolvía... recircular la sangre por miembros olvidados e inservibles.
Medio año viajando, pero no en el espacio, ni en el tiempo... siendo un explorador de gente.
Tantas cosas en medio año, ¿qué ocurrirá en la otra mitad restante?
Tengo mucha ilusión por no saber, por que me pille de sorpresa, como me ha ocurrido en estos meses predecesores.
Este domingo de recuperación fisico-mental he soñado un poco... con la BSO de mi eterno viaje de sueños e ilusiones... de la que forma parte esta canción:
Sueños
Un ejército de sueños blancos y rojos galopa por el cielo, invisible y misterioso.
Las nubes y el viento van pasando y ordeno en ellos mis susurros y lamentos.
Son susurros de amor puro y lamentos de frío y soledad.
Y yo me quedo estacionado con mi cuerpo en estas sierras de nieves y de lumbres.
Mas mis sueños van contigo, viento fresco y nube algodonada.
Llevadme con vosotros a tierras agrietadas y a corazones de amor desatendidos.
Llevadme con vosotros a corazones de amor desatendidos
que quiero repartir en esos corazones este amor de invierno que me abrasa.
Y quiero dar mi luz a esos ojos cegados por la escarcha y el olvido.
Para la vuelta no os preocupéis amigo viento y nube blanca;
andaré solitario por veredas en la noche solitaria.
Comeré en cualquier camino frutos de sueños y hojas invisibles
y cualquier día volveré a ver pasar por mis sierras
con la lluvia, con la nube y con el viento
a mi ejército de sueños, aún errantes.
POESÍA BÁSICA
EXTRECHINATO Y TU.
...fin de la transmisión diaria.