4 de Abril 2005

Ruta a la estrella.

Las corrientes galvánicas más noctámbulas, más profundas me acecharon anoche.
Intentaba conciliar el sueño suscitado por un cansancio físico profundo, pero mi mente continuaba en pié realizando cálculos infinitesimales, dobles derivadas, resolviendo sistemas euclídeos...”¿Qué sabes tu, cómo soy yo? Retumbaba una y otra vez en mi mente.
Hace tiempo, la Nave de los Sueños localizo una transmisión del espacio profundo. Era un “hola” un saludo sin importancia. Pero de esa cotidianidad más simple produjo una concatenación de acontecimientos el cual me ha llevado hasta hoy.

Inoculado por una necesidad de conocerla, he roto los miedos y los perjuicios. He rechazado toda duda. Sudé anoche toda incertidumbre... Hace tiempo que dije adiós a Gláuka.
Y en estas semanas nuevos horizontes se abren.
Las fronteras se han derrumbado a mi alrededor dejándome absolutamente libre de decisiones. Me siento feliz por primera vez en mucho tiempo. Una semilla, un germen corre por mis venas.

Los propulsores de mi nave espacial corren fugaces hasta el punto de destino, hasta la estrella de “La Cita”.
Alumbrados por una tarde aplacible, arropados por la brisa marinera nos descubriremos. Aprenderemos de nosotros, sabremos quienes somos.
Tal vez, la causante de ese mensaje, desvele mi yo. “Conócete a ti mismo” dijo el oráculo de Delfos. Pero tal vez sea imposible por nosotros mismo y necesitamos compartir para conocer.

Estoy contento, nervioso, ansioso... levanto la bandera de los sueños y cargo los motores de la nave con su único combustible. Si por que este galeón espacial que viaja en busca de una ilusión, navega gracias a las emociones... sus motores utilizan como único combustible la ternura que irradia más calor que el uranio, y es más energético que el mejor plutonio enriquecido.

Los scaners, sin embargo, detectan que la estrella a la que me dirijo, no es un astro cualquiera... su espectro luminoso se aproxima más a un pulsar. Un corazón luminoso y palpitante en el firmamento. Pulsar, sí por que late a un ritmo y una frecuencia.
Y cuanto más cerca de ella estoy, más rápido lo hace.

“Me tiraré al agua e iré a nado si es necesario”.

...fin de la transmisión diaria.

Posted by eolovano at 4 de Abril 2005 a las 01:51 PM
Comments

Mucha suerte en tu aventura Rasselas!Llevas en tu "equipaje" una energía desconocida, pero poderosa, ahora brilla con tanta fuerza que apenas puedes evitar que su luz se escape por tu mirada..es una energía inagotable,pura,utiliza toda la que quieras,no te arrepentirás..bss

Posted by: Sira on 4 de Abril 2005 a las 06:01 PM
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