Escribo desde mi camarote, en el interior de la Nave de los Sueños.
Ayer fue una tarde amarilla, un día esplendido radiante cargado de aventuras. Pero al llegar la noche
todo cambia.
Y hoy vuelve a repetirse, más aun al descubrir que el germen sigue dentro, que no ha desaparecido. Ver esa visión, separados tan solo cuatro metros y fugaz, apenas siete segundos, han sido suficiente para sentirme atravesado por un millón de saetas luminiscentes.
Desolado, he llevado la nave a un puerto seguro para pasar la noche. Creo, pienso, que serán los últimos latigazos, tal vez reminiscencias surgidas del pasado dada la proximidad de las significativas fechas.
No quiero mantener esta situación, deseo volver a la despreocupada normalidad. Quero sentirme enérgico para mi llegada y establecimiento en el planeta Murcia-murcindäe. Allí viviré la vida que quiero, encontraré nuevas gentes, nuevas aventuras, nuevas experiencias.
Por eso, en la oscuridad de mi habitación debo fortalecerme y cantar la canción que me define la que llevo por bandera.
Eterno viajero
Soy eterno viajero de sueños e ilusiones.
Soy eterno viajero de amores.
Cruzaré los mares en mi barco pirata
con los cañones acenagados
y mi bandera será blanca.
Dominaré los aires como un pájaro
desprendiendo de mi cuerpo
blancas y multicolores plumas de amor y paz.
Cabalgaré por valles y montañas a lomos de mi Gitana
Sin dejar más señal para el retorno
que la sonrisa y la amabilidad.
Escucharé hisotias escalofriantes de viejos.
Contaré historias inventadas
a preciosos niños dulces y traviesos;
y amaré tierna y locamente
a la mujer que merezca del amor puro
de aquel dulce vagabundo.
Y escucho a POESÍA BÁSICA EXTRECHINATO Y TU LETRAS CANCIONES a toda castaña por que siento la necesidad de notar al menos las caricias del sonido. Los susurros de la música.
Abrazado al eterno e insípido abrazo de mi almohada.
fin de la transmisión diaria.
Posted by eolovano at 17 de Diciembre 2004 a las 10:05 PM