23 de Agosto 2004

Sintiendome vivo.

Informe de exploración para la Confederación Espacial de las Naciones Humanas Unidas.

Ha pasado ya más de un año desde que perdí todo contacto con la Tierra, la misión en ese momento parecía terminar, rota la comunicación con mi planeta de origen, de nada valía estas transmisiones, los informes de cada día eran innecesarios. Pero pronto comprendí que estaba equivocado. El universo no esta tan vacío como nos parece, como nos enseñaron en la escuela… un espació negro frío y desolador, golpeado con violencia por supernovas y quasares.
El cosmos esta repleto de gentes, de razas, de culturas… de corazones latentes irradiando calor, ternura.

Las transmisiones que día a día hago, las envío a todas las direcciones posibles, tanto en tiempo como en espacio, para que sino la Tierra… alguien en este Espacio las pueda escuchar y ser partícipe de mi aventura.

Aventura como la que estoy viviendo en mi periodo vacacional.
La semana pasada estuve con la tripulación: Ancamorosol, Inmica, Meroman, Helénica y yo en Sierra Espuña… el corazón más profundo y alto de Murcia-murcindäe. Salimos de buena mañana de mi planeta refugio, sí ese que cuenta con un puerto que me protege y un faro que me guía… Al llegar al camping, instalamos el campamento base e inmediatamente salimos de exploración por un PR (SENDERO DE PEQUEÑO RECORRIDO). Hizo mucho calor, protegidos por las sombras de los arboles nos adentrábamos cada vez más en la profundidad del bosque… El calor era abrasador. Así que al llegar a la boca del Valle de Leyva nos tomamos unas cervezas en el bar de una zona de acampada libre “La Perdíz” Y regresamos al campamento para poder refrescarnos en la piscina.
Al día siguiente, con la nave subimos a lo más alto, unos 1300mts para ver los pozos de nieve, antiguas construcciones de piedra, muy interesantes de visitar.

Esos dos días fueron especiales, vivir en el campo, en el bosque, ver muflones y ardillas… casi tocarlos. Desconectar de toda tecnología… de toda cobertura GSM o GPRS… Vivir, dormir otra vez en la tienda de campaña… me recordó tantos y tan buenos momentos que han formado mi yo de hoy…

Pero no todo acabó allí, el sábado toda la tripulación fuimos a la playa… “La Galera” una recóndita cala. Cada uno colaboró en la cocina de la gran paella. Unos hicimos el fuego, rompiendo las maderas a pedradas… jejeje; otros el sofrito en su casa, otros la cocción de arroz con la carne.
Al comer tal manjar acompañado de las mejores personas del universo, al ver que estábamos solos, que teníamos un pedacito de Mediterráneo para nuestro disfrute personal; al ver el intenso azul de la mar rizada, pincelada con trazos blancos, la constante brisa marinera… Me sentí afortunado, me sentí feliz. Mi corazón latía al son de las olas. Y todos, después de comer, dormimos la siesta a la sombra de las sombrillas.
Esto lo recuerdo como un lienzo de Sorolla.

Mañana por la noche hará un mes de la mejor noche que he vivido en mi vida, tanta felicidad y ternura jamás experimentada no para de revivir. Y pesimistamente pensando que no volvería a sentir algo similar… En la playa el día de la paella, y ayer en una sesión de juegos de grama terapia que preparó Inmica me sentí algo parecido, en otra forma, con otro matiz, me sentí muy vivo y perteneciente a alguien, mi grupo.

…Fin de la transmisión diaria.

Posted by eolovano at 23 de Agosto 2004 a las 09:44 PM
Comments

Que alegría sentirte tan contento y tan feliz, veo que la has pasado muy, muy bien jejeje!!
Un besito.

Posted by: alone on 24 de Agosto 2004 a las 08:42 PM

Sí gracias la verdad que han sido dias muy intensos

Posted by: rásselas on 24 de Agosto 2004 a las 09:36 PM
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