Leyendo La vieja sirena de José Luis Sanpedro evoco recuerdos jamás alcanzados sueño sueños solamente soñados Y en la quietud de mi camarote, vibra mi corazón palpitante porque solo yo se como eres, mi cósmica perdida en los anales del tiempo.
Como eres
Tus labios
Son rojos como un higo abierto
Jamás he probado néctar tan dulce
Como la saliva de tu boca
Fruta saciadora.
Cordón umbilical
Que me alimenta de emociones,
Ambrosia anhelada
De la que quiero comer.
Saciarme
Pues tengo hambre de ti
Diosa marinea.
Rásselas
Posted by eolovano at 26 de Marzo 2004 a las 10:37 AM
Me encanto ese libro.
¡¡Hermoso!!
Feliz fin de semana.:)
Un beso.