Historias Logarítmicas

espirales

Hoy he continuado la exploración de este pequeño planeta marítimo. Arropado con de la mejor compañía que se puede tener, la tripulación. Aunque en estos días no esté completa.
Esta tarde hemos subido a una gran torre. Las escaleras de liviano metal ascendían sobre la cota marina mostrando un impresionado paisaje bañado en plomo líquido. Húmedo, frío misterioso como solo las tardes de invierno pueden ser.

Era una escalera de caracol. Y sí, a veces pienso que cuando intentamos ascender en la vida para alcanzar un objetivo debemos hacerlo en línea recta… cuando en ciertas ocasiones, lo mejor es dando vueltas y más vueltas. Todo son círculos y espirales que se entrechocan por causalidad… No me importa participar de esta noria que me marea, girar, rotar, trasladarme por el espacio en una sinfonía de planetas y cometas, de estrellas fugaces y meteoritos. Es un vals coordinado y rítmico… con un determinada velocidad angular, con una frecuencia… volviendo al círculo, a la espiral…
Y como espiral que se aprecie yo prefiero bailar con la espiral que dependa de una exponencial.
Así, como ves esta noche ando un poco mareado y confundido… y tal vez te este mareando y confundiendo… pero como ya he dicho son cosas de círculos y espirales. Así que mañana seguiré subiendo esa escalera de caracol que me conduce a alguna parte. Pero la verdadera cuestión es ¿Hacia donde?